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La MUD perdedora y deteriorada, quiere imponer una agenda al gobierno para sentarse a dialogar. Una agenda que ellos, por supuesto, elaborarán. Esa Mesa de la desunión es insolente, a pesar de faltarle dos patas. Es osada. Dirigida por un viejito de la cuarta y con sueños trasnochados. Ese grupúsculo heterogéneo, perdedor de todas las batallas electorales, se muestra envalentonado. Por eso pone condiciones para dialogar por la paz y la convivencia. Los responsables de la destrucción que hemos visto. Los dirigentes de la violencia y los actos criminales, donde ya van más de 24 muertos, y nadie asume su responsabilidad, pretende imponerle al gobierno una agenda del diablo.
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Los estudiantes también tienen su agenda. Los criminales, responsables de más de una veintena de muertos, tienen su agenda. María Corina Machado tiene su agenda. Leopoldo López tiene su agenda. Henrique Capriles Radonsky, tiene su agenda. Ellos son guapos y apoyados. Aplauden, como bobolongos, las ofensas de los voceros de Departamento de Estados de los gringos. Aplauden, como autómatas la curul alcanzada por Álvaro Uribe, en Colombia. Aplauden por la escasez de alimentos. Aplauden los disparates ofensivos, contra Venezuela y su gobierno, del escritor derechista Mario Vargas Llosa. No tienen vergüenza. Traicionan a la Patria de Bolívar y de Chávez. En otras palabras: no quieren a este país.
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Los responsables de esta barbarie no dan la cara. No asumen, ante los venezolanos y venezolanas, su responsabilidad ante los incendios provocados. Ante el secuestro de gandolas cargadas de combustible. Ante la destrucción de gandolas cargadas de alimentos. Ante los ataques feroces contra bienes públicos y privados. Ante la quema de centros de atención médica. Ante la colocación de alambradas, con el objeto de degollar a personas. Ante el secuestro de habitantes de urbanizaciones. Antes estos desmanes, reitero, nadie da la cara. Con razón el editorialista de Tal Cual, Fernando Rodríguez, dijo en el diario del famoso Teodoro Pekoff, que la oposición está representada por unos tipos que sólo se representan a sí mismos. ¡Volveré.
