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¿Sabe usted por qué lucen desesperados los grupos violentos? ¿Sabe usted, a ciencia cierta, por qué las protestas violentas de la derecha? ¿Sabe usted por qué no dejan las guarimbas? En fin, ¿Cuál es el objetivo de estos mercenarios de la política? Veamos: Las acciones violentas y criminales de los partidarios del partido Voluntad Popular y los seguidores de la diputada María Machado, obedecen a que no ven salida electoral, ya que nunca han ganado una elección, y cada día se les pone más dura la cosa. ¿Por qué el silencio cómplice de AD y Copei? Porque ellos son caimanes del mismo caño, y saben que la mayoría del pueblo venezolano sigue siendo y seguirá siendo chavista. Lo que equivale que electoralmente, es decir, con los votos, no tienen vida.
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Estos grupos violentos y guarimberos siguen en protesta criminal porque cuentan con un financiamiento descomunal. Se habla de unos 120.000 millones de dólares, invertidos en los guarimberos. Hay una nómina que engloba los municipios que están bajo la responsabilidad de los alcaldes golpista. Mientras haya real, habrá guarimba. Sin importar que algunos estudiantes pierdan el año. Sin importar loas degollamientos. Ni los asesinatos con tiros certeros a la cabeza. La orientación que recibieron de parte de Robert Alonso, desde Miami, y de Álvaro Uribe, desde Colombia, es resistir, resistir y resistir hasta que el “tirano” se vaya.
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¿Cuál es el objetivo de estos desesperados, furiosos y agresivos protestantes? Uno sólo: que el Presidente Nicolás Maduro, renuncie a su mandato presidencial legítimo y constitucional. ¿Para qué? Para ellos montarse en el poder y acabar con la revolución. Con el fascismo en el poder no quedaría nada que oliera a chavismo en pie. Todo, todito, sería arrasado por estas hordas criminales y fascistas, al estilo puro de Pinochet. Las cárceles serían pocas para albergar a los chavistas. Mejor dicho, si esto, en supuesto negado, llegara a suceder, Augusto Pinochet se quedaría, muy, pero muy pequeñito. ¡Anótenlo!
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Ante arremetida feroz de la derecha, no les queda a los revolucionarios, más que unir fuerzas. Ellos están desesperados, furiosos y agresivos. Eso es producto de la frustración de no poder con el chavismo ni con los votos ni con las guarimbas. Reitero, los revolucionarios tenemos que estrechar filas y jugar el rol que nos corresponde, en defensa del legado del Comandante Supremo, Hugo Chávez. Un ejemplo de la frustración que los embarga es que las encuestas dicen que si se realizaran unas elecciones presidenciales en estos momentos, el chavismo arrasaría. La Mesa de la Unidad, lo sabe. Los guarimberos, lo saben. Robert Alonso y Álvaro Uribe, lo saben. El Departamento de Estado de Estados Unidos, también lo saben. ¿’Entonces, qué les queda? Echar el resto en sus acciones criminales. La esperanza se les murió. Ya no hay más cuerda. ¡Señores, a lavarse ese palto, queda! ¡Se cansa uno! ¡Volveré!