Franceschi el que hoy esta en Miami nunca fue distinto una corta y muy publicitada pasantía por los sectores de izquierda lo hizo notar, pero al que conozca la historia del sujeto en cuestión no podrá recordar que este hoy guardador de piolets nunca fue distintito en su adolescencia en los años de liceísta era el chico que señalaba a los militantes de izquierda en el transporte público y los acusaba de “rojos y comunistas”.
En los 70s llega de Paris y desde las tierras europeas aterriza en Valencia como un “militante troskista” donde se incorpora al MIR que estaba en esos años en reconstrucción y desde donde Simon Saez Merida publicaba la revista ALMARGEN, bajo la consigna de VAMOS A GOLPEAR juntos el MIR apoya la campaña presidencial de José Vicente Rangel. Recuerdo que en la casa del MIR que se encontraba en la Av Michelena de Valencia muy chicos nos encontramos más de una vez Héctor Gustavo Alvarado, Aroldo Betancourt uno poeta y locutor y otro actor creo. Muchos pasamos por ahí a multigrafiar nuestros periódicos y hablar de política, los que éramos hijos de viejos militantes seriamos tratados con bastante amabilidad y gentileza.
No militamos en el MIR eran años donde una fuerza distinta surgía era el MAS, mi casa era un hervidero de diferencias políticas dentro del gran abanico de la izquierda, Alberto Mercader trataba de convencer y vencer y también insultaba de vez en cuando, claro cosas del carácter nunca me quedaba con un insulto. EL MERCADER de Miranda participo en mítines, tribunas, discursos, colaboro con el periódico LA CHISPA que se volvió un órgano de defensa de los trabajadores de Carabobo bastante conocido.
Creo que Ramon Franchesqui fue diputado suplente al antiguo Congreso y el principal era Rómulo Enríquez, más de una vez lo vi gritar en reuniones la falta de una “conducta democrática” por parte del diputado principal, en los mítines no paraba de hablar en contra de la URSS y de la Nación Cubana, así era el tipo en esos años.En esos mismos años agentes de la PTJ de Valencia mataron al estudiante de Ingeniería de la UC Fernando Quintero las protestas pacíficas en su gran mayoría salían a la calle a exigir que se castigara a los culpables por esas marchas vi a Euclides Querales, Silverio Hernández, Cecilia Lugo, Chiquito León yo era un estudiante de bachillerato en el Rafael Guerra Méndez y entre los amigos recuerdo a Alirio Gerardo entre otros muchos. Estaba en prisión sin causa y aplicándole la perversa Ley de Vagos y Maleantes Pedro Guerrero.
Alberto que era conocido por su pragmatismo desapareció de la vida cotidiana y política de Estado Carabobo, Alberto era de los tipos que hacia enroque para que le dieran jaque al rey, un tipo de un verbo encendido y una práctica temerosa y que rayaba en el miedo a cualquier evento distinto a lo por el planificado.
Lo vi correr mas de una vez o gritar "vamos por el” cuándo estuvo en mayoría, bien nuestro Ramon Franceschi se había marchado a Argentina el calendario de la vida, había removido de sus espacios a la Junta Militar que gobernó el país austral una vez me lo encontré en Paris y le pregunte sobre el juicio a los criminales y genocidas como Viola y Videla y me dijo que “lo pasado, pasado vamos por el futuro” Aun se mantenían en la impunidad los criminales de las juntas fascistas de aquel país hermano.
La historia con Salas era de esperarse, ambos venían de COPEI ambos, hombres intolerantes y Salas un racista que raya en lo enfermo de Alberto Mercader no me atrevería a decirlo, lo cierto es que al parecer su periplo lo llevo a inventar y sesgar la crónica de su vida en Wikipedia y a tener un programita en Miami, dar consejos como si fuera un vidente y realizar estudios de conducta de cada uno de los miembros de la oposición y del gobierno.
Cosas seguimos viendo pero nunca olvido a el Franchesqui corriendo y gritando despavorido “me matan, me matan” cuando yo con quince años le tuve que lanzar el contenido de un bote, cubeta, tobo de engrudo cuando lo vi tapando un afiches que yo y otros compañeros habíamos pegado minutos antes en la esquina del antiguo Cine Tropical. Ahora desea comandar una oposición perdida a larga distancia o quizás como aquel al que tanto rechazo parece emularlo y clavarle un piolet a la Revolución Bolivariana. Desde la distancia el Alberto es valiente solo falta un tobo de engrudo para verlo gritar nuevamente ¿quién sabe qué cosas? “cosas veredes sancho”