Pablo Aure va y viene del Consejo Universitario, declara en la prensa regional, insulta, patalea, llora, exige, lanza pantaletas, se las quita y se las vuelve a poner pero a Pablo Aure no lo llevan preso. Ahora este señor que exhibe y salta sobre autos de algún funcionario no le paran bolas, ni preso sirve.
La ultima del señor al parecer con fijaciones en algunas prendas femeninas veamos http://www.el-carabobeno.com/portada/articulo/80774/pablo-aure-denunci-posible-detencin-en-su-contra El tipo esta que llora y se comenta que le pega gritos a todo uniformado que pasa MIRA LLEVAME PRESO será que la próxima vez se colocara su San Benito exigiendo su derecho a ir a parar a un calabozo. Pablo está necesitado de salir en las primeras planas, requiere un poquito de publicidad y con esto hacer de víctima y lanzar su candidatura para la Alcaldia de Valencia. Por lo menos esa es la conclusión que saco de unas palabras cruzadas con un amigo que trabaja en el rectorado de la U.C.
Aure se convirtió de repente y no tanto en enemigo acérrimo de Cochiola su antes paladín. El hoy Alcalde de la Ciudad de Valencia comprendió a tiempo que su papel es mejorar las condiciones de vida de la ciudad, embellecerla y darle sentido a un espacio donde fue electo por la mayoría de sus habitantes.
Lo cierto es que Aure no puede entender como a pesar de salir en fotografías, estar denunciado en fiscalía sigue en libertad y sigue gritando, diciendo, pidiendo a gritos que hagan algo con él. Para algunos Aure esta medio frito del coco o algo así. Yo no sé, si esta frito o no, lo que si pienso es que los pasos van por ahí, ahora vendrá una huelga de hambre, luego una marcha y después una carta firmada por algunos cretinos pidiendo que Cesen el acoso contra Aure.
Lo cierto es que los espacios de prensa son cada día menores para este personaje y su banda, tienen poco que opinar o que decir aparte de apoyar a candidatos que pierden, Aure y su socio Rojas se les ve mascullando por las áreas del rectorado acompañado de sus mandaderos de oficio, mientras toma café taza tras taza. Esperando tener alguna idea que lo lleve a prisión.
Algunos seres desean publicidad y así saltar al trampolín ya no de la política y si el electoral y ven una alcaldía como la cueva de Ali Baba, comienzan con discursos breves, practican reglas de protocolo, leen y releen el Manual de Carreño y le brillan los ojos cada vez que ven cerca el botín.
Los días pasan y Aure y compañía no va preso, solo le van quedando recortes de periódico en el álbum familiar y junto a los suyos lo mira y lo vuelve a mirar, recorre las páginas una y otra vez. Mira mi amor recuerdas cuando salte en el carro del vice, mira esta cuando me puse unas pantaletas que estaban destinadas a una estatuas.
Que cosas con estos Quijotes de paja y gamelote llorando por ser alguien aunque sea tras las rejas, su tiempo va corriendo y no va preso y no está en las primeras páginas, solo uno que otro como yo nos reímos de su desespero. El papel de interlocutor de un sector de la oposición no va con el y si va a una reunión es para derramar el jugo de naranja en el mantel y señalar con el dedo a quien tenga una opinión distinta.
El señor de las pantaletas se quedó como diría mi abuela como novia de pueblo, vestida y alborotada. Lo demás será que salga en traje de preso a denunciar que ahora si lo van a detener. Mientras se sorbe un Etiqueta Negra en alguna tasca de Valencia y le pregunta al mesonero mira vale ¿tú conoces a un tal Aure?
