Conozco una juventud distinta a la que se ha sumado a los actos terroristas. Durante años las expresiones patrióticas de la juventud las he visto en todas sus facetas: en el movimiento ecológico, en la FANB, entre los estudiantes más jóvenes, en las universidades, al frente de trabajo manual y de dirección en el aparato público y privado. Ayer andaban con Chávez y hoy apoyamos a Maduro.
Los otros, han utilizado su fuerza física para ir en contra de los sueños de nuestro pueblo. No son víctimas de nada, son la consecuencia de la nada.
Es vergonzoso saber que en mi país existe un cuarto de generación capaz de entrenarse para matar a los compatriotas, recibir dinero para ir contra de la voluntad de las mayorías, drogarse para actuar contra la paz pública, elevar banderas e ideas gringas para pedir la intervención de la nación. Es penoso aceptar que una fuerza contra la República emerja de ciudadanos que han nacido en ella y aun peor pertenezcan a un tiempo distinto al que vivimos en el mundo y en Nuestra América.
El movimiento de la historia coloca a los actores y los retira según el tiempo y el espacio que ocupan las ideas y su edificación en las acciones humanas, las condiciones del tiempo, el espacio y el espíritu humano ante las adversidades, conducen a las maniobras heroicas propias de los salvadores o enterradores de las causas más justas o injustas de la humanidad.
El imperialismo está empeñado en la destrucción del bolivarianismo, para la imposición obcecada del modo de vida gringo contra Nuestra América.
Este tiempo debe proveer a la nación de suficientes héroes capaces de salvarla de la desgracia. Para dicha tarea solo almas nobles capaces de elevarse sobre la adversidad e imponer la voluntad colectiva de ser libres son las necesarias.
Acompañar al presidente Nicolás Maduro y sumarse a las tareas productivas y económicas, tomar el protagonismo de la defensa política de la República Bolivariana ante el imperialismo, sostener la bandera clara y radical de la Paz.
Toda nuestra juventud, la bicentenaria, tiene mucho que hacer por Venezuela.