Los 7 pecados de la derecha

La derecha venezolana, representada, en buena medida,  en la MUD, con sus matices, con sus diferencias en materia de agallas, pero son caimanes del mismo caño, han cometido muchos pecados, en su afán por derrocar tanto al gobierno que presidió el súper Gigante Hugo Chávez, como el de Nicolás Maduro. Los que se mueven en el campo democrático, se dejan arrastrar por los violentos del Maduro, vete ya. Desde que Hugo Chávez llegó al poder, y mostró que no era como los demás Presidentes que habían llegado a Miraflores, comenzó la maquinación para derrocarlo. Para ello contaban con un apoyo incondicional y muy fuerte: el imperio norteamericano. Pero no pudieron con Chávez. Ni con los votos, ni con guarimbas, huelga petrolera, ni con golpe, al mismísimo estilo del Departamento de Estado de Estados Unidos. Por donde metieron la cabeza, recibieron lo suyo. A continuación los 7 pecados de derecha venezolana:

Primer pecado: Desde un principio subestimaron al Comandante eterno. Dijeron que era un loco más. Lo compararon con aquel presidente ecuatoriano, de nombre Abdalá Bucarán, llamado el Loco, y destituido por incapacidad mental para gobernar. Pero con Chávez, les salió el tiro por la culata. El imperio también cayó en la trampa. Creyó que era un militar más que llegaba al poder en un país latinoamericano. Todos cayeron en un barranco. Creyeron que Chávez estaba solo en América Latina. Pero el Gigante fue pilar fundamental en la integración de Latinoamérica y el Caribe. El ALBA. UNASUR y la CELAC. Todos estos organismos llevan el sello Hugo Chávez.

Segundo pecado: Se lanzaron por el tobogán del golpismo en el 2002. El presidente Fedecámaras de la época, Pedro Carmona Estanga, se puso a la orden de los militares golpista y logró que lo escogieran entre varios candidatos para sustituir a Chávez, a quien los golpistas habían hecho preso. Es así como el señor Carmona se juramentó él mismo como presidente, y se instaló en Miraflores. Pero poco duró la euforia. Un pueblo unido y en acción, conjuntamente con los militares constitucionalistas, trajeron a Chávez de nuevo al poder. Tan sólo 47 horas duró el gobiernito de Carmona, a pesar del apoyo del imperio.

Tercer pecado: Desesperados, llamaron a una huelga petrolera de carácter indefinida, y creyeron que Chávez no se salvaba de esa. Las pérdidas superaron los 20 mil millones de dólares. Pero venció, y nos le quedó más que  llamar a un referéndum revocatorio, el cual se celebró el 15 de agosto del 2004, en concordancia con lo que estipula la Constitución Bolivariana. El chavismo los revolcó.

Cuarto pecado: En las elecciones de diputados del 4 de diciembre del 204, los partidos políticos de la oposición, liderados por Acción Democrática, decidieron no participar en las referidas elecciones, por desconfianza en el Consejo Nacional Electoral. El precio fue que el chavismo obtuvo el 100 por ciento de las curules. Años después reconocieron que había sido un error no participar.

Quinto pecado: En el 2011, cuando Hugo Chávez se enferma, la derecha rogó que muriera. Ellos pensaron que muerto Chávez, se acababa el chavismo. Y así lo creyó el imperio. La estampida seria de palco reservado, pensaron. En efecto, Hugo Chávez, murió el 5 de marzo del 2013. Pero el chavismo, sin Chávez emergió en defensa de su legado. Y hoy día, de la mano de Nicolás Maduro, luce invencible, electoralmente hablando.

Sexto pecado: Haber subestimado la capacidad de Nicolás Maduro, como candidato presidencial (por los designios del propio Chávez), quien en sólo 10 días de campaña, y bajo el luto y el dolor  por la pérdida del líder de la revolución, se enfrentó a Henrique Capriles, quien llevaba mucho, pero mucho tiempo en campaña. Y lo venció, el 14 de abril del 2013.

Séptimo pecado: Tanto Capriles, el candidato derrotado, como el resto de la MUD, no reconocieron la victoria impecable de Maduro. Y hoy día, no ha salido de la boca de un alto dirigente oposicionista ese reconocimiento. A pesar que lo reconoció el gobierno de Obama, la Unión Europea, América Latina, El Caribe, Asia, y África. Tremenda torpeza política. Y como si fuera poco la metida de pata, esta dirigencia de muy poca convocatoria, se dejó secuestrar por los locos de Leopoldo López, y María Mentira Machado, y guardaron silencio ante la violencia criminal de estos mercenarios. Y como añadidura a las torpezas de estos líderes, se le suma su negativa a acudir al llamado de la convocatoria al diálogo, del Presidente Nicolás Maduro, hasta que llegó UNASUR.

Consecuencias: Los pecados o los errores en política se pagan caros. La derecha venezolana, la moderada y la radical, han pagado, están pagando y seguirán pagando caro las desacertadas decisiones en la vida política venezolana, en su afán de desplazar al chavismo del poder.  Les recomiendo que se vayan acostumbrando a vivir bajo los gobierno chavistas, porque estas torpezas no han hecho más que fortalecer al chavismo. Hoy, el PSUV y el Polo Patriótico lucen invencibles, electoralmente hablando. Así que les recomiendo que compren colchones Dulce sueño  y duerman profundamente, sin pesadillas y sin locuras en la cabeza. Pues, a pesar de lo que le duela a Henry Ramos Allup, a Ramón Guilermo Avelo y compañía, mientras permanezca unido el binomio cívico-militar, aquí no hay para nadie. ¡Sépanlo! ¡grábenselo en la cabeza!   ¡Volveré!

teofilo_santaella@yahoo.com



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Teófilo Santaella

Periodista, egresado de la UCV. Militar en situación de retiro. Ex prisionero de la Isla del Burro, en la década de los 60.

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