En el continente americano, desde lo se conoce como la "época de colonización" ha existido lo que se conoce como el contrabando, una acción deshonesta e ilegal que en la lógica del capital significa la actividad económica sin control y evadiendo las normas y prescripciones que un Estado determinado establece.
Una de las causas del contrabando es la obtención de ganancias sin la cancelación de los impuestos que le corresponden, evitan los controles aduaneros, sin verificación del origen de lo que se está contrabandeando y muchísimo menos los controles de calidad, etc.
Sin embargo, en Venezuela estamos observando que en lo últimos años estamos en presencia de un NEO-CONTRABABANDO, que presenta todas las características esenciales que define al contrabando, como es por ejemplo, la clandestinidad y corrupción, para que se pueda materializar éste nefasto y terrible comercio ilegal.
Éste NEO-CONTRABANDO se caracteriza por la connotación política que ella produce, ya que hay una especie de "combinación implícita" entre los deseos de una oposición política que se sustenta en el odio y la desesperación por acabar con el chavismo en el poder y los efectos perversos que generan éstos contrabandistas desde el pequeño bachaqueo hasta las grandes mafias contrabandista.
La población Venezolana vivió con angustia y molestia, lo que significaron las guarimbas montadas por la ultraderecha durante varios meses de éste año, a partir del 12 de febrero, día de la juventud.
Las guarimbas como forma de lucha política fracasaron, la opinión pública en términos mayoritaria las rechaza, hay numerosas encuestas en donde se refleja que las venezolanas y venezolanos no creen que las guarimbas sea la manera más adecuada para realizar "protestas políticas".
Ahora la oposición se ha encontrado con unos excelentes aliados para generar una "guarimba económica" con los contrabandistas, para seguir creando molestias en la población, con la especulación y la escases de productos que no están llegando a la mesa de la familia Venezolana.
