La celda del reo

Cada evento tiene sus propios relatos y cada tiempo posee sus propias verdades, de allí que por mas patadas de media burra que el reo lance contra los barrotes frios de su celda-suite, no logrará que la justicia claudique ni que el tribunal borre su expediente de alcalde guarimbero. En realidad son nosltalgias vacías, potenciadas por el miedo, porque la celda mas que una impresión es una realidad que encandila con intensidad el futuro abstracto de sus odios y miserias. Cuando ya vamos a pasar al otro párrafo se escuchó la voz del procesado: "nunca nadie me dijo que la celda era parecida al túnel del miedo."

Como dicen, la pena y el miedo no son fugaces, por eso a veces es preferible pecar y atormentarse con el pensamiento; pero estos tipos son de naturaleza asesina y actuaron con alevosia punzante para alterar la paz y la tranquilidad del pueblo y eso en política se paga caro y cava la propia tumba. De allí que pretender desfigurar la voz de la justicia es una altaneria, propia de los criminales mas sanguinaros, a quienes hay que suprimirles su prepotencia a punta de justicia revolucionaria. Por mas que se arrepientan de manera fría y calculada, confirmen y reafirmen que son unos angelitos, hay que confrontarlos y hacerles saber que irán a parar a las pailas del infierno. No importa que hayan obstentado cierto tipo de poder, pero ellos deben convencerse que son tipos raros, oscilantes, ambiguos, peligrosos y oscuros, con los cuales no se puede ni cruzar la calle.

Como ya sabemos del carácter violento de los alcaldes guarimberos, no esperemos que sus almas se desprendan del color amarillo de la maldad. Para muestra un botón descosido, cuando la dama se autosecuestró y a través de mensajes de angustias y pesadillas chillaba pidiendo auxilio. Fue allí cuando el país entero pudo ver que la celda del reo era un cuarto de lujo, bañado de luz azul que ofende a la claridad verdadera. El país entero quedó sorprendido de la actitud déspota del reo, quien desafiaba a la autoridad que los custodia. Dias antes del autosecuestro, el reo guarimbero sospechosamente denunciaba que le habían robado su ipad. Luego sus familiares declaraban a la prensa que los reos habrían sido golpeados. Era evidente, preparaban el escenario para que la noticia del "secuestro" tuviera un enorme impacto, pero gracias A Dios, el video mostraba que todo era producto de una trama ensayada y terminó siendo un autosecuestro. Definitivamente, la mentira tiene patas cortas y la autosecuestrada cruzó el umbral de lo ridículo.

Terminada la función del autosecuestro, el sol se ocultó temprano detrás de la rama verde del árbol de la verdad y la justicia. En tanto, el reo volvió a su celda-suite, encendió su televisor de pantalla gigante para recrear su alma torcida. El resto de la noche durmió agitadamente, pues las pesadillas del infierno le atormentaban constantemente. Las sombras iban y venían, azotándolo una y otra vez, con intensidad desgarradora.

No hay arrepentimiento. El reo se despierta cada dia lleno de odio y rencor, dispuesto a vengarse. Incendiar la ciudad nuevamente es el pensamiento que lo mantiene activo en la celda-suite. Simulando pasos que no daba, el procesado cierra los ojos y en un oscuro silencio invoca al dios del resentimiento que lo envuelve en su manto de odio. Es asi como se fortalece en su celda-suite.



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Eduardo Marapacuto


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