Isabel Allende, chilena – estadounidense, es una de las escritoras en lengua hispana más importante de todos los tiempos. Aún vive. Ha sido galardonada por múltiples instituciones en el mundo (Academia de las Artes y Ciencias de los EEUU, entre otras) Sus obras, especialmente novelas, han sido traducidas a más de 30 idiomas y han vendido más de 50 millones de ejemplares, a lo largo de sus fructíferos cuarenta y tantos años de producción literaria.
Su primera novela, la más conocida, es “La Casa de los Espíritus”, publicada en 1975, la cual narra la vida de cuatro generaciones de una misma familia, los Trueba. Encaja en el género del realismo mágico, cuenta realidades con aires mágicos. El escenario de esta obra suya es su país de crianza, Chile. Una de las generaciones de la familia Trueba (la última, creo, si no me equivoco) transcurre su vida en la segunda mitad del siglo XX, por lo que les toca vivir la era inmediata antes de Salvador Allende, el corto período presidencial de este y la dictadura del General Pinochet.
Esta obra de La Casa de Los Espíritus narra hechos reales; es un relato histórico – real, novelado. Es sumamente interesante lo que la autora describe transcurrió en su país Chile, durante el período presidencial del Doctor Salvador Allende (1970 – 1973) En la obra se pasea el lector desde los preámbulos de esa etapa histórica (campaña electoral, elecciones, triunfo) hasta su derrocamiento y más allá (la dictadura de Pinochet)
La obra, en especial su capítulo XII “La Conspiración”, es admirablemente demostrativa de lo que afirma el Gobierno nacional venezolano: La escases, las colas, los aumentos especulativos de los precios, el secuestro de los bienes de consumo, son un golpe de estado continuado, perfectamente planificado “a sangre fría” y ejecutado sin piedad por las fuerzas contrarrevolucionarias capitaneadas desde los EEUU. La obra es contundente para demostrar que el imperio norteamericano y la burguesía nacional nos están atacando y pretender derrocar a nuestro Gobierno legítimo. Es muy esclarecedora. Confirma que la coyuntura actual es una receta de vieja data que aplican los EEUU para desestabilizar pueblos y gobiernos.
A continuación una separata de la obra en cuestión, que describe el drama provocado por los apátridas de Chile sobre su pueblo, en época del presidente Salvador Allende:
“Mientras el pueblo celebraba la victoria dejándose crecer los pelos y las barbas, tratándose unos a otros de compañeros, rescatando el folklore olvidado y las artesanías populares y ejerciendo su nuevo poder en eternas e inútiles reuniones de trabajadores donde todos hablaban al mismo tiempo y nunca llegaban a ningún acuerdo, la derecha realizaba una serie de acciones estratégicas destinadas a hacer trizas la economía y desprestigiar al gobierno. Tenía en sus manos los medios de difusión más poderosos, contaba con recursos económicos casi ilimitados y con la ayuda de los gringos, que destinaron fondos secretos para el plan de sabotaje. A los pocos meses se pudieron apreciar los resultados. El pueblo se encontró por primera vez con suficiente dinero para cubrir sus necesidades básicas y comprar algunas cosas que siempre deseó, pero no podía hacerlo, porque los almacenes estaban casi vacíos. Había comenzado el desabastecimiento, que llegó a ser una pesadilla colectiva. Las mujeres se levantaban al amanecer para pararse en las interminables colas donde podían adquirir un escuálido pollo, media docena de pañales o papel higiénico. El betún para lustrar zapatos, las agujas y el café pasaron a ser artículos de lujo que se regalaban envueltos en papel de fantasía para los cumpleaños. Se produjo la angustia de la escasez, el país estaba sacudido por oleadas de rumores contradictorios que alertaban a la población sobre los productos que iban a faltar y la gente compraba lo que hubiera, sin medida, para prevenir el futuro. Se paraban en las colas sin saber lo que se estaba vendiendo, sólo para no dejar pasar la oportunidad de comprar algo, aunque no lo necesitaran. Surgieron profesionales de las colas, que por una suma razonable guardaban el puesto a otros, los vendedores de golosinas que aprovechaban el tumulto para colocar sus chucherías y los que alquilaban mantas para las largas colas nocturnas. Se desató el mercado negro. La policía trató de impedirlo, pero era como una peste que se metía por todos lados y por mucho que revisaran los carros y detuvieran a los que portaban bultos sospechosos no lo podían evitar. Hasta los niños traficaban en los patios de las escuelas. En la premura por acaparar productos, se producían confusiones y los que nunca habían fumado terminaban pagando cualquier precio por una cajetilla de cigarros, y los que no tenían niños se peleaban por un tarro de alimento para lactantes. Desaparecieron los repuestos de las cocinas, de las máquinas industriales, de los vehículos. Racionaron la gasolina y las filas de automóviles podían durar dos días y una noche, bloqueando la ciudad como una gigantesca boa inmóvil tostándose al sol. No había tiempo para tantas colas y los oficinistas tuvieron que desplazarse a pie o en bicicleta. Las calles se llenaron de ciclistas acezantes y aquello parecía un delirio de holandeses. Así estaban las cosas cuando los camioneros se declararon en huelga. A la segunda semana fue evidente que no era un asunto laboral, sino político, y que no pensaban volver al trabajo. El ejército quiso hacerse cargo del problema, porque las hortalizas se estaban pudriendo en los campos y en los mercados no había nada que vender a las amas de casa, pero se encontró con que los chóferes habían destripado los motores y era imposible mover los millares de camiones que ocupaban las carreteras como carcasas fosilizadas.”
Después de leer esta obra, en especial su capítulo XII, NO DEBERÍA QUEDAR DUDAS EN NADIE QUE LO QUE ESTAMOS VIVIENDO EN VENEZUELA ES UN INTENTO DE GOLPE DE ESTADO, es un “dejá vú”, estrategia antes aplicada en otras latitudes, fríamente calculada y ejecutada por “traidores de la Patria”.
Nota: Esta elaboración la hago gracias a la información aportada por el comandante líder Diosdado Cabello en su programa “Con el Mazo Dando” trasmitido por Venezolana de Televisión el día 21/01/2015.
¡Que sirva para superar esta coyuntura!
El autor es: Ing.