El sector opositor y en especial su descolorida y triste “dirigencia” conocido como el escualidismo tropicalizado en su prédica catastrófica sobre que “todo está mal” y “hay que salir de Maduro”, ya supera a los libretos tragicómicos de algunas novelas de quinta categoría y en su afán de buscar atajos distintos a la constitucionalidad y la legalidad, se inventan: la salida I, la salida II, etc.
Ahora en su obsesión por el poder político en Venezuela ésta derecha trastocada por el odio antichavista, sueñan con tener “el espíritu del 23 de enero” que vivió y sintió Venezuela en el año 1958 y quieren rescatar un nuevo pacto de punto fijo, entre una burguesía apátrida, La MUD, lideres del guarimberismo y parte de los sectores más conservadores y reaccionarios de la academia y de la iglesia católica.
El hecho patético y lamentable es que entre los planes que tiene la derecha Venezolana es seguir “calentando la calle”, intentando generar un ambiente de pesimismo y desencanto hacia el proceso revolucionario tratando de magnificar y exacerbar los ánimos colectivos aprovechándose del malestar que están ocasionando en la población, la escasez, la especulación y las colas.
Que lamentable que el escualidismo nacional se encuentren “haciendo fiesta” con la baja de los precios del petróleo, ya que para ellos en su miopía política, consideran que todo lo que sea malo para Venezuela a ellos los favorece!?...todo eso significa que la verdadera escasez hay que mirarla en el sector político opositor, ya que no tienen unidad, no tienen plataforma programática, no tienen líderes, no tienen ideas y lo más dramático: no tienen amor por la patria.
