Después de una noche de trabajo y un merecido delicioso desayuno con picante de suero andino, amabilidad de la señora María, me encontré en un curso de paleontología política en la página de opinión de Ultimas Noticias del 12 de Febrero 2014. Ahí aparecen 3 artículos, de los cuales único razonable es el de Azalea Venegas sobre el “Empecinamiento golpista”, que habla de la mala saña con que tratan los Estados Unidos al universo mundo, y del que no tengo nada que objetar, salvo cuando escribe que Obama “Desprecia, a pesar de su color, la estatura y el estoicismo de los pueblos que han decidido ser libres”, porque concede a los funcionarios afroamericanos, por venir de una raza esclavizada, una cualidad que les permitiría separarse de la tradición imperial de su gobierno. Los europeos pasaron años esclavizándose unos a otros (la palabra ‘eslavo’ viene de esclavo y England –engel land- recuerda el buen negocio de hacían los vikingo vendiendo niños ingleses que parecían ángeles. No fue casual que la rendición de Alemania el 11 de noviembre de 1918 se firmara en un vagón de tren en Rethondes, en el bosque de Compiegne, sitio escogido por el General Foch porque ahí qudaba el gran mercado donde los germanos vendían a los esclavizados galos. Hitler se vengó obligando a Francia a firmar su rendición en el mismo vagón y el mismo sitio, el 22 de junio de 1940. No es, pues un problema de razas sino de clases, y Obama no dejó, ni dejará nunca, de ser el negativo de una foto de George W. Bush.
Pero la paleontología de la página está en los otros dos artículos, uno de Pompeyo Márquez (siempre me sorprende saberlo vivo) y el otro de Claudio Fermín. En “Ideas al Ruedo”, Pompeyo cita unas declaraciones del bobolongo Miguel Henrique Otero y sus “varias ideas sugerentes, dignas de ser tomadas en cuenta sobre todo porque han sido pronunciadas en ABC y El País de España”. ¿Cómo? Para el viejo comunista, el legendario ‘Santos Yorme’ director de Tribuna Popular clandestina ¿esos diarios son un referente de algo que no sean los embustes del nazi-franquismo y el neo-franquismo español?
Pobre Pompeyo, reducido en su ancianidad a mendigar su propio nombre mostrando al público la cazuela vacía de su dignidad. Los disparates del bobolongo, que considera dignos de ser tomados en cuenta, se reducen a que el culpable de todo es “el modelo”, que la solución está en cambiarlo, que sólo el 20% apoya a Maduro y ¡estamos salvados! “los estudiantes (de derecha) anuncian que irán a los barrios para motivar el cambio constitucional, pacífico y electoral”. Para terminar, el cadáver de Santos Yorme lanza sus propuestas salvadoras: economía de mercado y que “la MUD, con Jesús Torrealba al frente, debe asumir el papel de unificador lo más amplio posible”… Es triste tener que aconsejar, a quien una vez admiramos, que los pañales para adulto se los ponga en la cabeza.
El artículo de Claudio Fermín “Son una amenaza” es peor, porque este adeco no está tan deteriorado físicamente como Pompeyo, y hasta hace no mucho ejercía una oposición racional. Fermín nos relata que el 12 de febrero del año pasado, día de inicio de las guarimbas, estuvo con los estudiantes opositores en la Plaza Venezuela y se retiró a primeras horas de la tarde. Luego, escribe, comenzaron a caer las víctimas de las “arteras balas”, y “el país salió a la calle”…”la represión era del gobierno. Detenidos, torturados, asesinados”. Más adelante, Claudio (seguramente asombrado de estar vivo) afirma: “La llamada Sala Constitucional convertía en delito el derecho a manifestar. Centenares de estudiantes eran secuestrados (sic) con el método del régimen de presentación. Jueces que debían administrar justicia se vestían de verdugos”…
Su saga de horrores dictatoriales del gobierno, termina diciendo que ls autoridades acobardadas “creen guarecerse en la amenaza, en el terror”, y que el gobierno, y los chavistas que por él votamos y lo apoyamos, somos “una amenaza pública.
.Claudio Fermín no trabaja. Vive de los amigos, según él mismo ha confesado. Y sus amigos son los Estados Unidos, que se lo mantuvieron en el Norte por 2 años, con esposa, hijos y servicio doméstico, preparándolo para ser presidente de Venezuela: cuando regresó, lo primero que declaró a la prensa fue que había que bajar el precio del petróleo y privatizar a PDVSA. Por un tiempo el embajador gringo lo acompañaba a todos lados, hasta que los acontecimientos históricos (principalmente Chávez) lo dejaron atrás, y fue execrado por todos sus colegas de la política, hasta que se le cumplió la fecha de vencimiento.
El ingreso de Claudio Fermín al museo de horror del jurásico político venezolano, con declaraciones proto-fascistas y pro-golpistas, parece indicar que los Estados Unidos le aumentaron la dieta y lo incluyeron en la comparsa de “notables” que preparan para “justificar” el golpe de Estado. Quedó para eso.