El presidente del partido copei está en washington negociando un plan de rescate de la economía con los llamados organismos internacionales, así declara:
“Estamos en Washington para un ciclo de reuniones que tendremos con la alta gerencia y el equipo técnico del Fondo Monetario Internacional (FMI), del Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo para hacer unas consultas”.
La declaración es clara, este señor enríquez, acompañado de una comisión técnica, es recibido por estos organismos que le presentan un plan de rescate para Venezuela, ofrecen préstamos a bajos intereses, discuten condiciones. No hay que ser muy perspicaz para oler el fuerte tufo a golpe que despide esa visita.
El presidente de copei se cubre las espaldas con una hoja de parra, dice que es un plan para presentarlo al Presidente Maduro y a la Asamblea, de esa manera cubre la diligencia golpista. No olvidemos que copei es uno de los firmantes del “documento de transición” golpista. Quien crea eso merece lo que le pase, y seguro será malo.
Estamos en una situación que no es nueva en el mundo: cuando las Revoluciones ocurren dentro de la democracia burguesa, llega un momento en que las leyes de esa democracia, siempre hipócritas, sirven para enmascarar un golpe de Estado. La burguesía rompe la legalidad, y el gobierno insiste en permanecer dentro de ella cuidando las formas, el prestigio, con los demás gobiernos burgueses del mundo que presionan por la inamovilidad, para que no se defienda. El gobierno, atrapado en la formalidad de la democracia burguesa, es fácil presa de la burguesía. Hoy se sabe que están conspirando, dando un golpe, pero el leguleyismo de las leyes no permite develarlo.
El gobierno paralelo aparece con fuerza, esto del plan de rescate económico que se discute en Washington indica una organización que va más allá de la simpleza del tucano, está actuando un gobierno paralelo que tiene reconocimiento internacional.
Así paso en Abril, así pasó en diciembre con el sabotaje petrolero; cuando el gobierno pudo hacer algo, ya el golpe estaba desarrollándose. Ahora el golpe está caminando frente a nuestras narices y no estamos disuadiendo a los golpistas, es necesario ir más allá de la formalidad de las leyes burguesas. No se disuade un golpe con pañitos calientes, poniendo preso a un dirigente, amenazando, presionando un poco a los gringos con escarceos diplomáticos; eso está bien pero es insuficiente. Es necesario mostrar una respuesta fuerte: que sepa el gringo, el burgués, que el intento de golpe les saldrá tan caro que no vale la pena; que el capitalista de aquí sepa que si se atreven no habrá gobernabilidad hasta que se restituya la legalidad revolucionaria, y que sepa que no aceptaremos más Presidente que Maduro y ningún otro sistema diferente del Socialismo.
Entonces, la tarea urgente, para ya, es volver al espíritu de Abril, de Chávez, terminar con la ambigüedad, delimitar los campos. No es posible seguir coqueteando con los capitalistas, dándoles dólares. Es necesario confiscar la riquezas mal habidas con los dólares de cadivi, que las fortunas súbitas sean confiscadas. Es urgente remoralizar a la masa, reactivar y conocer el Comando Antigolpe.