Confieso que cuando lo vi declarando por primera vez en una canal de televisión, en sus andanzas de semiguarimbero, encadenado y lloriqueando en las escaleras del CNE, me pareció estar escuchando las guacharacas que llegaban en las mañanas al sembradío de nuestra pequeña finca allá en Cumaná, por esa manera tan rápida y poco entendible de hablar, aunado a su timbre de voz. Y digo semiguarimbero porque en honor a la verdad, aparte de la quema de algunos chaguaramos y una más que otra tiradita de piedras, Ricardo Sánchez dista mucho de estos guarimberos asesinos que causaron muchas muertes con su anormal manera de protestar.
Desconozco si Ricardo Sanchez terminó por fin sus estudios universitarios, porque siempre circuló el rumor qué llevaba el camino de Gaby Arellano, esa matusalenica dama que probamente la gradúen por antigüedad, ya que se desconoce a ciencia cierta, (al menos públicamente), cuantos años lleva en la casa que vence las sombras. En todo caso será a Ricardo a quien corresponda aclarar eso, pero este no es el tema.
No cabe la menor duda que ese adefesio que llamamos oposición está atravesando el peor momento en toda la historia de estos quince años de gobierno revolucionario. No da pie con bola, sus “lideres”, si es que se les pueden llamar así, cada vez que abren la boca es para poner la torta y cada día se ven más alejados del pueblo, demostrando que les importan más sus intereses personales, irrespetando incluso la confianza que pusieron en algunos de ellos sus seguidores dándole el voto para que asumieran cargos como, gobernadores, alcaldes y diputados. Un ejemplo de ello lo hemos podido observar estos días con la posición asumida por la bancada que representan en la Asamblea Nacional, donde se evidenció que estaban abiertamente a favor de una intervención gringa a nuestro país, negándose a firmar el documento contra el decreto de Obama , solo Ricardo Sánchez y el diputado Carlos Vargas de la oposición se atrevieron a estampar su
firma, antes, en la discusión de la ley habilitante en su intervención Sánchez destacó que: “o se estaba con la patria o se estaba en contra de ella”, los demás bajaron la cabeza, algo que pareció una señal de obediencia a sus amos del imperio, una total falta de sentido patriótico que causó repugnancia en la mayoría de quienes los observaron.
Electo diputado suplente de María Corina Machado, Ricardo asumió como principal cuando la Malinche tuvo la “genial” idea de ponerse al servicio del gobierno panameño como su embajadora, violando los artículos 149 y 191 de la constitución que le ocasionó la expulsión automática de su curul. Ya entonces Ricardo estaba alejado de la MUD y se notaba su desacuerdo con muchos de los pronunciamientos hechos por dirigentes de la oposición.
Ahora, a raíz del decreto emitido por Obama señalando a nuestro país como una amenaza para el imperio, que no es más que una clara intención de inmiscuirse en nuestros asuntos internos con el propósito de una soñada intervención para adueñarse de nuestras riquezas, Ricardo Sánchez ha tomado una aptitud bastante razonable y valiente poniéndose al lado de los que defiende y están dispuestos al servicio de la patria, aclarando que mantiene su posición como opositor al gobierno revolucionario, sin importarle lo que digan los lacayos del imperio que hacen vida en la AN.
Alguien me dijo que ya Ricardo Sánchez era un muerto político, yo no lo creo así, más bien pienso que ha comenzado a labrar un camino para fundar un movimiento político de oposición seria, que es lo que necesitamos y no esa masa escatológica que hoy tenemos opuesta a todo lo que sea en beneficio del país pero que lame las suelas a sus amos del Norte.,
Amanecerá y veremos.
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