Ante las circunstancias que estamos viviendo en los actuales momentos, con las pretensiones imperiales del genocida gobierno de los estados unidos de Norteamérica, de querer invadir a nuestra querida Venezuela; más que estar criticando a los nuestros por cuestiones de segundo rango, más bien deberíamos estar armando estrategias contundentes y eficaces de protección y salvaguarda de nuestra ¡Patria! y de nuestras comunidades, y para darle una rotunda y humillante derrota en la patria de Simón Bolívar y de Hugo Chávez, a estos grandísimos hijos de la Chikungunya genocidas ¡Yankis de mierda!

No obstante, y en virtud de lo estrictamente social, según lo que dicta la Ley Orgánica de Contraloría Social; que taxativamente establece en su artículo numero 3; que:

“El propósito fundamental del control social es la prevención y corrección de comportamientos, actitudes y acciones que sean contrarios a los intereses sociales y a la ética en el desempeño de las funciones públicas, así como en las actividades de producción, distribución, intercambio, comercialización y suministro de bienes y servicios necesarios para la población, realizadas por el sector público o el sector privado”.

Es por la razón que; una vez más, las circunstancias me obligan a volver a profanar los espacios sagrados de los redactores y pensadores con ideas, responsables y serias, como lo es, “nuestra querida, contaminada y ¡vaya! Que única” trinchera de lucha en la batalla de las ideas, como lo es aporrea.org, con el único propósito de ¡ALERTAR! Tempranamente a nuestro camarada superintendente Andrés Eloy Méndez, para que por favor, active positivamente a los 27.000 fiscales superintendentitas, a fin de que le pongan coto, o les den un para’o, a los dueños de establecimientos comerciales, que día a día, semana a semana y mes a mes, les aumentan a los productos, el porcentaje que a ellos y a ellas, mejor le salga del forro de sus podridas almas, y salpicando de excremento a Raquel y todo aquel, a Raimundo y a todo el mundo, es decir, Andrés Eloy Méndez, los carajos y carajas dueños y dueñas de los comercios, van a lograr en poco tiempo que, lo que no han logrado, las y los vende patria, lacayos pitiyanquis del gobierno genocida de los Estados Unidos de Norteamérica, que no es más, que la manifestación de una ARRECHERA POPULAR, tan solo reprimida, aguantada y contenida, por respeto a los recuerdos y la memoria de “nuestro eterno amado gigante HUGO RAFAEL CHÁVEZ FRIAS; pero que cuando esa ARRECHERA POPULAR CONTENIDA, explote, nadie, pero absolutamente nadie, la va a contener o detener…

Esto no es un denuncia, no, no es eso, mis camaradas, es solo una ALERTA TEMPRANA, para tratar de evitar que las estrategias de nuestros enemigos ideológico y nuestros adversarios políticos, hagan mella en la consciencia y en la paciencia de nuestros hermanos y camaradas de los sectores más desposeídos, que a pesar de reconocer, que hoy más que nunca, tienen una mayor capacidad de compra cosas, vienen observando, como su CAPACIDAD ¡ADQUISITIVA!, ha venido mermando, por el descaro con que los dueños y las dueñas de los establecimientos comerciales, aumenta los precios de todos los rubros, a como se les viene en gana.

¿Estamos esperando a que nos explote el peo en la cara, para después empezar a meter presos y presas a los que por constitución estamos obligados a proteger de estos abusos de particulares?

Dios quiera mis palabras no caigan en saco roto, y que el recuerdo de nuestro amado comandante en jefe HUGO RAFAEL CHÁVEZ FRIAS, nos agarre confesados, si es que en algún momento, nuestro PUEBLO POBRE, se viera en la imperiosa necesidad, de tener que repetir los sucesos acaecidos en aquellos días no deseados del 27 y el 28 de febrero del año 1989. Nadie lo quiere, porque los que los vivimos, sabemos lo que significaría ese ¡ERROR!

¿Alguien está esperando un estallido social de esa magnitud?

Respuesta: estimo que tan solo el imperio y sus vende patria lacayos con sus estrategias, estén persiguiendo ese objetivo

No digo más; y disponga usted de sus fiscales, camarada

CHÁVEZ vive, en la consciencia y en la memoria de todos los pueblos pobres del mundo.