Ya no sorprende como esta señora miente. Mitómana nata como lo ha demostrado, es imposible para ella abrir la boca con esa sonrisa guasónica de la que es propietaria para decir alguna verdad. Miente tan descaradamente que causa pena hasta en el puñito ese de seguidores que tiene. Recordemos aquella vez cuando simuló que la estaban atacando a plomo limpio en el 23 de Enero durante su paupérrima campaña electoral y que su misma madre le recriminó el asunto.
Fue la promotora de la campaña ridícula pretendiendo convencer que Nicolás Maduro no era venezolano sino colombiano y se dio a la tarea de viajar a Colombia en busca de una supuesta tía del presidente que vendría con ella a nuestro país para comprobar la verdadera nacionalidad de este. Al parecer se le extravió la dirección, porque aun estamos esperando a la tía de Maduro. Si uno se da a la tarea de investigar todas las declaraciones dadas por esta dama descubrirá que un noventinueve, coma noventinueve por ciento es mentira y lo que queda es dudoso. “Embusterosa,” como diría mi difunto abuelo Pedro Bruzual Montes, hombre de pensamiento socrático, pero yo añadiría que la Malinche es cínica, hipócrita y con una acumulación de odio tan grande que se le sale por los poros, basta tan solo con verla cuando está dando declaraciones para darse cuenta de ello.
En su pasantía como socia y directora de ese aquelarre llamado Súmate, empresa privado que pretendió suplantar al CNE como organismo electoral al servicio de la oligarquía, Maricori utilizó todos los medios a su alcance para poner en practica sus métodos de mentirosa y manipuladora, inventando cifras tan inverosímiles que uno se pregunta si los censores no se equivocaron cuando dicen que en Venezuela hay 27 millones de habitantes y el Padrón electoral no llega a 20, o seria que los datos que María Corina suministraba incluían hasta los recién nacidos.
Pero lo antes señalado se queda chiquito ante las nuevas declaraciones de quien un día le dijo a Chávez que ella seria la próxima presidenta de este país, un sueño que para que se le haga realidad será más difícil que darle un pellizco a un cascabel enrollado buscando defenderse de un ataque. Ahora con el éxito obtenido con la recolección de más de diez millones de firmas, ordenándole al presidente Barack Husein Obama que derogue ese decreto intervencionista que promulgó declarando a Venezuela como una amenaza, Maricori sale como una poseída a escupir su veneno de mentiras. Dice la doña que esas firmas fueron recogidas obligando a las personas que hacen la cola para conseguir los productos de la cesta básica, que ellos tienen acaparados, (eso no lo dice ella, pero el pueblo sabe que son ellos) a firmar, caso contrario no les venden, pero no enseña ni un solo video que demuestre esto. Afirma que a los presos los sacaron de la cárcel para firmar. Mayor estupidez no puede haber, yo le preguntaría, ¿Qué necesidad hay de sacar a un preso de la cárcel para pedirle una firma?
Pero la tapa del frasco la coloca misia María Corina con esta perla, digna de pertenecer al record Guinnes, “Están obligando a los niños de preescolar a firmar”. ¡Carajo!, será que Maricori tiene entre sus propiedades un red de guarderías y preescolares donde los niños aprenden en tiempo récord a leer, escribir y se les otorga su respectiva cedula de identidad? .
Yo estoy pensando investigar eso, porque de ser así no vacilaría en meter a mi nieto de 4 años en uno de esos preescolares de María Corina, con la certeza de verlo en la universidad a los diez años con la toga y el birrete recibiendo su titulo de profesional….. Se cansa uno de escuchar tanta estupidez, así aspiran llegar a gobernar un pueblo que hace rato despertó de la pesadilla de ser ignorante.
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