No podíamos esperar menos de aquellos que adversan el proceso bolivariano. Cuando el presidente Nicolás Maduro, en su cadena nacional el pasado lunes, en honor al retorno del comandante eterno: Hugo Chávez, aquel 13 abril del 2002, así como de los cinco años de creada las milicias bolivariana, dijo: “Que respondan (los empresarios) por los dólares que se le dieron; lo voy a decir más claro: 'Vengo dispuesto a radicalizar la Revolución. Se acaba la sonrisita con la burguesía (...). El que encontremos en saboteo tiene que ir a la cárcel, ya basta, todo tiene un límite”; la derecha no tuvo otra expresión que: “otra vez viene el hombre con el tono de confrontación”.
A mi juicio no es tono de confrontación, es que en verdad todo tiene un límite y como el mismo compañero presidente Maduro lo dijo: “A buen entendedor pocas palabras”, hasta cuándo el bolsa, el venezolano de a pie tiene que calarse los caprichos de unos pocos, caprichos manifestados en la vulneración y resquebrajamiento del sistema económico venezolano, a través de la embestida más brutal que haya recibido nuestra moneda; cómo es que una actividad focalizada en la frontera como el bachaqueo, el contrabando, el acaparamiento y la especulación se ha generalizado por todo el país, anteriormente uno se topaba con que en Maracaibo, San Cristóbal o Guasdualito, no se encontraban repuestos de vehículos, se llevaba la gasolina y la harina precocida, pero ahora esa situación tiene carácter nacional. Volviendo al asunto, el tono de confrontación del que aseguran los escuálidos Maduro hecha mano, no es más que la reacción de un cristiano harto de insultos, burlas y desprecio. Recordemos que él está ahí por mandato constitucional, por el respaldo que obtuvo del universo electoral venezolano y por el anhelo como fue la última voluntad del gigante eterno.
Muchos dirán de manera simplista, “bueno si es mucho camisón pa' petra, que renuncie”, debido a que asumen que simplemente con la salida de Maduro las cosas se resolverán de manera mágica y eso no es así. Hasta un neófito en materia política se dará cuenta. La confrontación debe darse también a escala personal, en otras palabras, cuando un funcionario o servidor público de los diferentes organismos, desde la GBN, hasta el CICP, pasado el Sundee, Pdvsa, Pdval, Mercal, Cencoex, Saime y tantos más, se vea tentado a corromperse, debe detenerse y pensar en su país, en el país que le va a dejar a sus hijos y nietos y no pensar solo en ellos o en sus beneficios. Entiendo que el dinero envilece, pero cuando se tiene una férrea moral, una inquebrantable ética, podemos sortear esas vicisitudes.
No justifico la corrupción en ninguna de sus presentaciones, como tampoco avalo la violencia, el punto es que el ser humano en medio de sus imperfecciones, puede tener la entereza y la convicción necesaria para convertirse en un ser integral. Dicho esto que se pongan las pilas los chupa sangre, raspacupo, apátridas y todo bicho que crea y piense que Venezuela le pertenece solo a ellos. ¡Ah! la semana entrante haré un análisis de lo que dijo el presidente de Ecuador: Rafael Correa, en la Cumbre de las Américas, en cuanto a que: “toda la prensa latinoamericana es mala y falta de ética”, en la que abordaré el papel de la Gran Prensa, los medios alternativos, así como los comunitarios y el periodismo 2.0 desde la óptica de las nuevas tecnologías o redes sociales.