Conversación guillada entre Felipe González y Leopoldo López en Ramo Verde

El pobre, Felipe González, no las tuvo todas consigo en su viaje a Venezuela. Desde que se sabía que vendría, dizque a defender a los “presos Políticos” del reeegimen, ya traía peso en las alas. Desde muy temprano, ya en Aporrea se hacían eco de las noticias que salían en torno al personaje en cuestión. En una de ellas, se hablaba del gran recule en relación a desmarcarse de la posibilidad de actuar como abogado en defensa de Ledezma y López. Sin embargo, logró visitar a López en la cárcel. He aquí, la conversación que sostuvieron:

Muy risueño, a su llegada a Ramo Verde, Felipe González, entre vítores de escuálidos apostados en la cerca de la institución, parece sentirse presidente de España. Los guardias de turno en la alcabala, lo dejan pasar. “¿No me reconocen? les pregunta. Los guardias solo mueven la cabeza y lo hacen pasar adelante.

Para llegar a la celda de López, no fue difícil, Ceballos que andaba por allí, practicando técnicas de La guarimba, le indicó donde era. Allí estaba él, con los ojos desorbitados de la alegría, como un par de huevos fritos. Se saludaron efusivamente. ¿Hola Leopoldillo? Le dijo Felipe. López le respondió: Te esperaba con ansias, won. Tengo gran confianza en que tú, me sacas de este peo.

Casualmente, López esta vestido de la misma forma en que salió en el video divulgado por televisión. Lleva la barba, la franela blanca y el crucifijo. En cierto momento, López pregunta a Jelipe (Así comenzó a llamarlo Ceballos, cuando se lo presentó López): ¿Cómo crees tú, won, que salgo de este problema? A lo que respondió Felipe con una de sus frases preferidas: Tú sabes, leo que “yo no hipotizo sobre futuribles” (Frases de un discurso). Coño, dice Leo, ya estás hablando como Cantinflas. ¿Qué vaina es esa, won? No, dice Felipe, lo que te quiero decir, es que no te puedo adelantar nada.

Pero, bueno, Felipe, ¿Qué piensas tú, de todo lo que pasa aquí conmigo? Mira Leopoldillo, te digo la verdad y ¡Ole! Yo pienso que yo no pienso, digo yo (Frases de un discurso de Felipe), que tu caso esta peluo. Yo soy abogado, pero no Dios. Ya el derecho que yo ejerzo esta todo torcido. Mejor hago como dijo la prensa: reculare. Bueno, pero ten cuidado, para atrás ni para coger impulso, le dijo López.

Entonces, Felipe, echándosela de aconsejador, le dice a López: Tú deberías acostumbrarte a esta cárcel. Vivir feliz. Aquí eres un privilegiado. Haz negocio con los bachaqueros y móntate un negocito aquí. Asóciate con Ceballos. De repente, se van pa’ arriba. Recuerda que ahorita, “El futuro no es lo que solía ser” (en una conferencia en México en 2009) ¡Nojoda, ahora si me acomode yo! Me mandan este rolo de won. Debió pensar López.

Mira, López, dice Felipe, me jodieron antes de salir de España con la campaña mediática. Quise entrar de incognito, como el hombre X, pero no pude. El gobierno resolvió la ecuación. Fíjate, que estoy aquí como perro con el rabo entre las piernas. Coño, ¿Cómo te ayudo? Me están protestando por todos lados. Yo mejor me voy.

Coño, won, pero tienes que hacer algo por mí. Para eso estas cobrando, dice López. A lo que responde Felipe: ¡Basta ya vale! ¡No me hinches los huevos! ¿Quién te manda a echártela de arrechito? Que cosas, por estar apurando “La salida” de Maduro, ahora eres tú, el que quiere salir.

Bueno, won, si no vas a hacer nada por mí, vete pa’l carajo. No te preocupes Leopoldillo, ya hable con tu MUD, son patéticos. Están hasta la coronilla metidos en problemas. Chao Leopoldillo y ole! Me voy antes de que me corran. Me espera un avión en Maiquetía.

Pero bueno Felipe, y ¿A quién van a mandar ahora por mí? No lo Ze, chaval pero, espera los nuevos planes y sigue llenando crucigramas y sudoku, mientras eso llega.


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Jesús Rafael Barreto


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