La CEV a espaldas del Papa Francisco

Hagan ustedes con los demás, como quieran que los demás hagan con ustedes, porque en esto se resumen la ley y los profetas” (Mt. 7,12)

 

El epígrafe que inicia nuestro artículo pudiera aplicarse a los representantes de la iglesia venezolana representados en la CEV, a raíz de la visita del Papa Francisco a Latinoamérica la cual contempló un periplo por Ecuador, Bolivia y Paraguay y terminó con gran éxito, con un mensaje de una iglesia de los pobres y para el servicio de los nuevos tiempos que vive la humanidad.

Los hijos de una iglesia universal y cristiana que profesamos la fe católica por convicción, nos hemos sentido renovados e identificados con un mensaje que llega a los pueblos; no tan sólo por su eterno contenido inspirado en Jesús y en el Espíritu Santo, sino porque en estos tiempos donde habíamos tenido una iglesia dirigida desde El Vaticano pero que ahora, más que nunca, reencuentra su espíritu en un auténtico sucesor de Pedro como lo es el Papa argentino Francisco.

Si bien sabemos, el Pontífice que rige actualmente los destinos de la Iglesia Católica no está sólo y por eso él mismo insistió durante su visita a todos los creyentes que oremos por él, también responde a las exigencias de una institución que ha perdurado en la historia constituida por hombres con sus defectos y virtudes a través de los siglos.

Por el lado que miremos la presencia del Papa Francisco en los países de nuestro continente y su encuentro con los pueblos y sus líderes visitados (Ecuador, Bolivia y Paraguay) ha sido directa y sin cortapisas. Su mensaje ha sido además explícito y apunta a la reivindicación de un nuevo orden social en favor de los excluidos y los pobres de la tierra.

Su énfasis en la denuncia de las injusticias sociales y la identificación de los problemas por causa de un sistema capitalista depredador y antihumano, ha sido demoledor (Ver Encíclica Laudato Si). La utilización de la economía y la política al beneficio de unos pocos y sin el más mínimo respeto por el ser humano ha estado en sintonía con la interpretación de un evangelio, adaptado a los hombres, al común y no para unos pocos de acuerdo a su poder y conveniencia.

Muchos temas y reflexiones surgen con la visita del heredero de Pedro por el continente, el cual no le es extraño, sobre todo porque la mayor parte de su apostolado y sacerdocio ha sido en esta tierra latinoamericana, en sus andanzas por su Argentina natal, Uruguay, Paraguay, Ecuador y Bolivia que recuerdan su paso; no sólo ahora como Papa, sino en su formación sacerdotal y como Obispo de la Diócesis de Oca y Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Buenos Aires (Ver Wikipedia-Papa Francisco).

Su formación y su vida comienzan a ser descubiertas en el mundo de hoy y su mayor inspiración y apostolado, giran alrededor de la Compañía de Jesús donde fue Superior Principal en Argentina (Mons. Jorge Mario Borgoglio).

Muchos son los mensajes que ahora entran en discusión y pasan a ser redescubiertos con la presencia del Papa Francisco en El Vaticano. Surgen reflexiones del papel social de la iglesia impulsado por los pasados concilios y encíclicas de otros Papas. (Juan XXIII, Pablo VI, Juan Pablo II, Benedicto XVII, etc.,). Por eso, el actual jefe de la Iglesia Francisco podría promover un nuevo Concilio.

Uno de los temas que se desempolvan es desde luego la Teología de la Liberación y la Teología de los Pueblos, además de los debates del Concilio Vaticano II y la CELAM, Conferencia Episcopal Latinoamericana (Medellín y Puebla) y tantos otros debates que hoy resucitan con el Papa Francisco en el mundo.

La esencia de un mensaje de Jesús acartonado y predicado a espaldas del pueblo ha sido sacudida abiertamente por el Papa Francisco y expuesta a la luz de la humanidad en sus mensajes difundidos a través de los medios de comunicación.

La resurrección de postulados a la luz del Evangelio y la “apelación a la pobreza como categoría teológica” es desempolvar la Teología de la Liberación (Entre sus promotores están Lucio Gera, Gustavo Gutiérrez, Rubén Alves, Leonardo Bolf, Camilo Torres, Juan Carlos Scannone y Hélder Camara, Francisco Witak, Juan Vives Suria, Numa Molina, entre otros).

Los conceptos pudieran representar largos debates a través de la historia para los teóricos en el mundo y para quienes desde El Vaticano, se han quemado los sesos debatiendo y discutiendo la esencia viva en la práctica y en el ejercicio directo de la fe, al lado del pueblo y de una Iglesia en verdadera comunicación con sus fieles; cosa que ha entendido el Papa Francisco por encima de los cánones establecidos y de la tradicional postura de la cúpula de jerarcas, quienes hasta ahora han marchado al frente de la institución Católica. A ellos estremece el nuevo Pontífice con su mensaje y por eso, está decidido a romper esquemas y se ha volcado directamente al encuentro del pueblo de Dios.

Basta leer cualquiera de los mensajes pronunciados por el Papa en cada país visitado para entender que coinciden en un solo espíritu; la justicia para los pobres y no para los ricos y la justa redistribución de la riqueza, como señal de desprendimiento y de amor al maestro Jesús de Galilea y no al rico Epulón del evangelio.

El mensaje de una verdadera lucha de clases sin violencia que predica el Papa en su andar por los caminos y los países de la tierra, busca una teología secularizada por encima de intereses de la economía capitalista.

Volver los ojos sobre una iglesia que como la venezolana habla de un Estado totalitario y al servicio del comunismo, es un lenguaje superado y que ha quedado atrás con el actual lenguaje del Vaticano. El Papa Francisco no busca que el pueblo de Dios se convierta en comunista o en nuestro caso en “chavista”, como pudiera entenderlo actualmente la cúpula representada en la CEV, ¡No!

Luego de la visita del Papa Francisco a Latinoamérica (Ecuador, Bolivia y Paraguay), sólo nos queda rezar por él; como el mismo lo ha pedido a su pueblo. Nos queda implorar para que haya nuevos vientos en la Iglesia venezolana y deje de estar apoltronada.

No podemos esperar que cambié de la noche a la mañana la cúpula de la iglesia venezolana, ya que en sus recientes viajes al Vaticano parecieran ser para llevar chismes y aupar huelgas de hambre en los pasillos de la Santa Sede; cosas a las cuales desde luego, no les hace caso el Papa Francisco porque él está por encima de esta mezquindad anquilosada y supera los pensamientos de una Iglesia aferrada al pasado y por la cual, el propio Pontífice pidió perdón porque representa la vieja esclavitud de la Conquista.

Pidamos a Jesús de Nazaret y al Espíritu Santo para que ilumine a los prelados y sacerdotes de la iglesia católica venezolana (CEV), quienes gracias a una cúpula retrógrada pareciera que actualmente estuvieran a espaldas del Papa Francisco… Oremos, porque la Iglesia somos todos …¡Amén!



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Marco Tulio Arellano

Jubilado en Pdvsa

 arellanomt@hotmail.com      @Homugria

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