El rostro de la maldad y la perversión, lo ve y lo oye el pueblo venezolano cada vez que nos asaltan con su imagen de reconcomio y descomposición personal, personajillos utilizados por la ultraderecha fascista internacional, como sus representantes en la política venezolana. Un calvo que saltó de un programa en TV donde mal utilizó la palabra “barrio”, una abogada urgida de hablar en la Asamblea Nacional, y un salta talanqueras de la politiquería tradicional, arribista y oportunista, son el muestrario comunicacional de quienes buscan notoriedad como sea…
Resulta conchabado de los carcamanes de siempre, el hazmerreír que viniendo de la izquierda, en el Capitolio Federal sede para aprobar leyes y hacer debates políticos, se ha puesto al servicio de la fanática ideología capitalista salvaje, exaltado en sus gritos, manoseando sus lentes y el bigotillo hitleriano, a disposición de quienes le financian para viajar, vestir elegante y amasar billete a costa de insultar a la revolución venezolana y al inmortal Chávez, a quien antes idolatró con expresiones adulantes que quedaron filmadas y en su voz grabadas.
Otro es un tránsfuga que militó en el comunismo -según confesión propia-, aspirando llegar a la Asamblea Nacional en brazos de la derecha. Y respecto a la fémina, se trata de quien sobresale por sus carnosos labios, definiendo leyes en arriesgadas ocurrencias, siempre gratas a sus amos. El trío actúa dejándose mandonear por oligarcas adinerados, y el capitalismo salvaje por el cual abogan, para que retorne al poder en Venezuela la internacionalmente fracasada democracia representativa.
Han coincidido la agraciada fémina y los dos renegados, asegurando que de cada 100 venezolanos, 80 van a votar por candidatos de la oposición el 6 de Diciembre 2015. Convertidos en defensores de lo indefendible, conforman un cuarteto junto al ex candidato presidencial traidor, “el cacique taparita”, especímenes punta de lanza de la campaña electorera de la contrarrevolución, a quienes la mayoría del colectivo les responde “están más pelados que… rodilla de chivo…”.