Definitivamente todo estos casos del paramilitarismo en Venezuela, la Guerra económica, el compromiso de los medios de comunicación de carácter privado con la desestabilización en la nación, llega a una conclusión lamentable, y es que la derecha en el país es financiada por el narcotráfico y el paramilitarismo colombiano, si bien los asesinatos selectivos a personalidades de la revolución nos dieron la sospecha de que algo tenía que ver la derecha apátrida asociada a la narco-política Uribista, teníamos muchos la esperanza de que por un momento los seudodirigentes de la oposición se acordaran que son hijos, padres, hermanos, vecinos, al por lo menos sino solidarizarse con crímenes como del que fue víctima el mártir Diputado Robert Serra por lo menos repudiar estas acciones, sin embargo esta continua y humanista ingenuidad nuevamente quedo corta ante la descarada banalización del caso por parte de factores políticos pro-imperiales al buscar (fallidamente) matar ahora del punto de vista moral al joven diputado de la revolución.
La negativa por parte de estos sectores en la Asamblea Nacional de no votar para la aprobación de créditos adicionales para misiones sociales, aumentos de sueldos y salarios, pagos de pensiones, incrementos de becas estudiantiles etc. Hicieron creer por un momento que bajo la presentaron de la fachada de una ideología capitalista que no creía en la inversión social era la que les hacia antagónicos al apoyo de la aprobación de estas reivindicaciones al pueblo, sin embargo esto no solo se resumía en ello sino en el inmenso ODIO de esta oligarquía en contra de los que en la IV República fuimos invisible, y hoy visibles y protagonistas de nuestro proceso de cambio gracias al Comandante Chávez, tal como dio muestra la arrechera de Capriles donde es importante recordad que el asedio ocurrió en los CDI, sedes del PSUV, edificios de la gran Misión Vivienda Venezuela, o la Salida de Leopoldo donde el transporte público, sedes de instituciones del estado, Universidades del Pueblo, el degollamiento de motorizados, y hasta un preescolar con más de 60 niños adentros fueron victima de la crueldad de un sector apátrida que no le importa la vida de su vecino por el simple hecho de pensar distinto .
El descuartizamiento a una señora Venezolana de nombre Liana Hergueta por parte de militantes de la derecha ( José Rafael Pérez Venta, Carlos Trejo, Andrea Gless) fue una oportunidad de oro para que estos partidos tradicionales se deslastraran de la violencia y de la cultura de odio implementada por ellos mismos, sin embargo como fieles devotos a los métodos de golpes suaves aplicaron la segunda estrategia del Método Gene Sharp "la Deslegitimación" alegando que los criminales eran infiltrados del gobierno llamándolos patriota Cooperantes, lo que aunque no toma por sorpresa a un pueblo con 16 años de madures política se sigue preguntando ¿qué clase de oposición tenemos, hasta donde los puede llevar su interés rastrero de entregar nuestro petróleo al imperialismo norteamericano?
Ahora bien si alguien tiene una duda sobre esta derecha apátrida y hasta donde pueden llegar sus intenciones, busque cual es su postura en el marco de la medida soberana y de protección al pueblo por parte de nuestro Presidente Obrero Nicolás Maduro en cerrar le frontera con Colombia para combatir el narcotráfico, el paramilitarismo, y el contrabando de extracción que día a día le hace el juego a la guerra económica contra Venezuela, dígame usted amiga y amigo mío si tengo o no razón en pensar que ante la defensa por parte de la MUD del bachaqueo, del contrabando de combustible y alimentos desde nuestro país hasta Colombia, la infiltración de la violencia y cultura paramilitar, es motivado a un financiamiento del narcotráfico a estos factores políticos que durante 16 años su única alternativa y propuesta es la violencia y el odio contra la revolución y los fieles militantes de Chávez.