La oposición no se entrega, y así debe ser. Pero, cada vez que hay elecciones saca del sombrerito de mago, unas encuestas ficticias, engañosas, elaboradas en laboratorios de "guerra metodológica", para justificar ante sus seguidores, que disfrutan de una amplia ventaja insuperable, por sus rivales. De manera inmediata, los medios de comunicación de la oposición, nacionales e internacionales, que son muchos, comienzan a hacer su juego y entran en acción en una comparsa en donde a coro, repiten hasta el cansancio los resultados de las encuestas, como si ellos fueran decisivos para un eventual triunfo. Es decir, se comienza a hablar de una ventaja irreversible en donde, los líderes opositores, ‘satisfechos" creen ganar sobrados.
En realidad, debe destacarse que los dirigentes más importantes de la oposición creen en estas encuestas, muchas veces porque son dueños de dichas empresas. Las cifras que manejan son sueños, y muchos lo saben y están conscientes de que si esos números que reflejan las encuestas son serios y verdaderos, debería existir una coincidencia con los actos de masa que realizan, que de hecho, no los hacen. Por ejemplo, experiencias recientes de convocatorias de oposición, mostró pocas personas en sus movilizaciones y concentraciones.
De haber asistido, una mayoría abrumadora de personas a esas convocatorias, el pueblo opositor estaría eufórico, seguro de un triunfo, pero eso no lo han demostrado hasta ahora, porque imagino que no se quiere correr el riesgo de hacer un llamado nacional a concentración, por temor a no reunir una cantidad de personas, que los delate en cuanto a la no coincidencia con los números que ofrecen las distintas encuestadoras que le favorecen.
Ante esta realidad, ¿Cuál es la intención de hacer saber resultados de encuestas con números ilusorios? Es simple. Dar ánimo a sus seguidores para que asistan a votar y no vayan a sentir algún desencanto por quienes les dirigen. En todo caso, alimentarle el espíritu es vital, porque así, la esperanza sería la ultima en perderse.
Desde el punto de vista internacional, la oposición requiere reforzar su imagen en ese ámbito a través de un gran aliado que son los medios de comunicación que también enfilan sus baterías contra Venezuela. Pienso que, en el ánimo del extranjero que oye y ve las noticias en su sitio de origen, se hace una idea de que en Venezuela, la oposición está a punto de lograr una victoria en las elecciones parlamentarias. Sin embargo, hay que reconocer que las encuestas se han convertido en una técnica parcializada, a favor del mejor postor.
No hay duda, que las encuestas pudieran convertirse en una ilusión que puede generar problemas en el reconocimiento de la supuesta victoria parlamentaria chavista del 6D. Eso implica que, descalificar el triunfo del chavismo se justificaría si se toma en cuenta que las encuestas daban "ganador" a la oposición. Hay que pensar, que la oposición cuenta con recursos financieros, poder económico y mediático para asumir estrategias que conduzcan al grito de fraude y, por ende al caos del país. Ya lo ha hecho en otras oportunidades.
En fin, no basta con tener las encuestas a mano para creerse ganador. Debe esperarse hasta el último momento, para tener también, las actas de votación. A partir de allí, se sabrá quien realmente es el ganador. Es decir, si la oposición pierde, debería respetar los resultados, aun cuando las encuestas pudieran haberle dicho lo contrario.