Las muletas de Capriles y los barriles de Delsa

La oposición ofrece un cambio(¿), uno se pregunta cual, pues estuvieron casi medio siglo en el poder y convirtieron a Venezuela en un desastre que hoy quieren ocultar presentando a sus herederos como los salvadores de la patria, aunque aun rondan por ahí los despojos de dinosaurios que insisten vanamente en rejuvenecerse, jugando con la memoria olvidadiza de muchos y la ignorancia de otros, sobretodo de generaciones nuevas que no se ocupan de estudiar un poco la historia contemporánea de este país para conocer quienes son los que les están ofreciendo el paraíso, siendo estos últimos los más incautos para caer en sus redes.

Hablan de un cambio que pueda sacar al país de, según ellos, la crisis que estamos viviendo y ofrecen, entre otras cosas, mejorar las misiones sociales creadas por el gobierno revolucionario, pues a su criterio estas no funcionan como deberían. Pero uno de sus líderes favoritos, mitómano y declarado misógino, ex candidato a la presidencia derrotado por paliza por Chávez y posteriormente por Nicolás Maduro, es incapaz de conseguirle un par de muletas a un ciudadano lisiado que se las pide en plena campaña electoral. Le fue más cómodo darle la espalda y mandarlo a donde un tal Asdrúbal que al decir de los entendidos ni siquiera existe. Menos mal que no le pidió una silla de ruedas, porque seguro lo manda preso o le da un empujón, que fue casi lo que hizo cuando el humilde hombre se le acercó.

Se creen y se presentan en los medios como los más estudiosos y conocedores acerca de economía y todo lo relacionado con asuntos energéticos; pero una de sus candidatas a la reelección como diputada que hace sitio en el Parlatino, con sus siliconados labios y cara de persona no muy grata, lanza la perla muy segura ella de estar diciendo algo muy lógico, que Venezuela debería reciclar los barriles del petróleo que vende a otros países y se estaría ahorrando un dineral. Lo más cumbre de esta soberana estupidez producto de la ignorancia es que miente diciendo que en el parlatino se ha discutido esta propuesta presentada por ella.

Con estos dos ejemplos se puede valorar lo que tenemos como oposición en Venezuela. Por un lado la indolencia y falta de solidaridad con los ciudadanos más necesitados, costumbre muy de esa clase oligarca que no vive sino para satisfacer sus apetencias personales y toman en cuenta al ciudadano común solo cuando les interesa y los esquivan por su olor a sudor de pobre, de pueblo, recordemos a la Malinche limpiándose la boca después de besar a una humilde mujer que se le acercó a saludarla. Que diferencia al comandante Chávez, que detenía su marcha para atender a cualquier ser que observara en situación de extrema necesidad y hasta llegaba a darle un fraterno abrazo, ordenando se le resolviera su situación, algo a lo que el mismo le seguía los pasos para confirmar que su orden se había cumplido. Recordemos el caso de los dos indigentes, drogadictos que dormían en un cartón en pleno centro de Caracas, uno de ellos hoy plenamente recuperado y prestando un servicio a la sociedad gracias a Chávez, el otro lamentablemente fallecido, no quiso seguir el camino de su compañero.

Por otro lado la manifiesta ignorancia de alguien que habiendo sido elegida como una representante de nuestro país en el parlatino lo que da es pena ajena, al ignorar a estas alturas que el llamado barril de petróleo es simplemente una medida y no los barriles utilizados en los primeros inicios de las explotaciones del llamado oro negro, lo que denota que esta ciudadana se quedó en el tiempo y continua viviendo en las películas del oeste americano.

No dudo que en la oposición exista gente con preparación y conocimientos para tener debates de altura y hacer criticas serias al gobierno, pero figuras como las anteriores son las que más se destacan, esto por la imposición de una oligarquía que en su empeño de hacerse con el poder no les importa si sus lideres son o no preparados, o en el otro caso si tiene algún destello de humanismo, los dan a conocerse a fuerza de marketing. A ellos solo les interesa el poder para hacerse más ricos a costilla de ese pueblo que desprecian, pero que engañan haciéndole ver que les resolverán sus problemas.



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Hermo Rosales

Comunicador social, poeta, cuentista, escritor, autor entre otros de los libros, “Evocaciones”, “El jardín de las Dalias”, “Mi abuelo el cazador”. Sus trabajos han sido publicados por los diarios “Provincia”, “SigloXXl”, “El Norte” y la revista “Síntesis”, es cofundador del semanario “Anzoátegui hoy”

 hermos4848@yahoo.com

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