En estos tiempos, las puertas de las casas de pueblos se llenan de avisos, sobre productos que venden. Unos venden quesos, otros venden frijoles, dulces, en fin todo el mundo vende algo. Un venezolano preocupado, viendo que la vinotinto no ha podido conseguir los goles, para ganar un juego en la clasificación al mundial Rusia 2018, colocó un aviso en la puerta de su casa, el cual decía: Se venden goles.
Casualmente, un jugador de la vinotinto que pasaba frente al lugar, se acercó a preguntar el precio. El señor le responde: Depende del tipo de gol que prefiera. Si el gol es combinado es más caro, que el de pelota parada, o de penalti. El de cabeza es más caro que con los pies; pero el más caro es el de chilena; es decir cada forma de elaborar la jugada hasta meter el gol, tenía su precio. Al final, el jugador se decidió y salió con el “gol” en una bolsita, consciente de que en algún momento tendría que utilizarlo.
Después de esta compra, los demás jugadores de la vinotinto tuvieron conocimiento del negocio que vendía “goles” y enseguida fueron en grupo a comprar los suyos. No había límite de compra. Cada quien, podía comprar los que quisiera y se los llevaban en bolsas.
Sobre todo, los delanteros llevaban paquetes de “goles”, para ver en que momento los podían utilizar. Así fue, como el vendedor de goles, vendió toda la existencia a la selección vinotinto. De paso, la Federación de futbol, le encargó más goles al vendedor para próximos encuentros.
Con tal provisión de goles, la vinotinto se disponía a enfrentar a otro equipo en la eliminatoria al mundial. Pero, el resultado fue el mismo de siempre, o mejor dicho, el mismo de los cuatro juegos anteriores. Sin embargo, los jugadores buscaban explicación a tal resultado.
La explicación era muy sencilla. Los jugadores del otro equipo, también se enteraron del negocio que vendía goles, y compraron los suyos. La diferencia estuvo en que el equipo vencedor, jugó mejor al campo, sin apatía y aprovecharon las oportunidades para meter sus goles, mientras que los de la vinotinto permanecieron en sus bolsas, esperando otro juego para ver cuando por fin, los van a utilizar.
Lo que si es cierto, es que debido al éxito de las ventas de goles, el venezolano ni corto, ni perezoso, decidió seguir vendiendo goles, por lo que tuvo que anunciarlo en la prensa y, además de eso los exportó a países vecinos. Sin embargo, en su afán de ampliar el negocio, decidió, vender un combo, tipo bachaquero, que incluye también la “actitud”. Es decir, de ahora en adelante venderá el gol acompañado de “actitud”. Esto le conviene a la vinotinto a ver si recupera algunos puntos perdidos. En otras palabras, la actitud del jugador es muy importante a la hora de meter un gol al equipo contrario.
