Como era de esperarse, la llegada al poder de la oposición venezolana traerá graves, muy graves y significativos escenarios de conflictividad social superados en los últimos 16 años al amparo de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
En sus primeras alocuciones como diputado electo a la AN, sin ambigüedad alguna y al mejor estilo de Pedro Carmona Estanga, en sus 48 horas de dictadura, Henry Ramos Allup expresa que su asunción al poder estará signada por un primer decreto; "destitución de trabajadores en los canales de AN radio y TV y demás trabajadores del sistema de comunicación e información de medios públicos, trabajadores del Estado, ¡censura pa to el mundo!, "el segundo decreto presidencial" será para "derogar" de un plumazo y sin pataleo la Constitución de 1999, La Bolivariana, "la bicha", sustituyéndola por la Constitución del 1961, la del pacto de punto fijo. A decir de él, la mejor del mundo. ¡La que no consagra la Autonomía Universitaria ni la educación gratuita, como DERECHO HUMANO!
Expresa, en su conocido, y ahora autoritario, despótico,…, verbo, que la "Constitución Bolivariana" no sirve porque su "Preámbulo es un mamotreto", que hasta la fecha en 16 años, nadie ha leído, entendido…, ¡Válgame Dios!, ni juristas, ni universitarios…, se han fijado, ¿Cómo? En la Constitución más debatida, la mejor y sobre todo la más VIVA del mundo, nadie, pero nadie pudo observar tal "desfachatez" ¡Ni siquiera en nuestras Universidades Autónomas! ¡Oh!, en nuestra dirigencia de FAPUV, que la conoce muy bien y defiende a capa y espada, demandando nacional e internacionalmente su "constante violación" Y la autonomía universitaria, el derecho a la educación superior gratuita… consagrado en ésta y no en la de punto fijo ¿qué? ¿Dónde quedará? ¿A quién le importará?
Existirá alguien de nuestras Universidades Autónomas, en la directiva de FAPUV, de nuestros ilustres rectores y académicos con superior, mediana o poca inteligencia y suficientes "pantalones", moral, ética,… que le diga a este señor diputado que la "letra poética" del Preámbulo Constitucional es tan sublime y debe ser tanto o más respetada que la letra y música de nuestro Himno Nacional, "canción de cuna" por excelencia, en la que se recoge toda nuestra historia de heroísmo, de bravo y valiente pueblo, unión, libertad, virtud, honor, egoísmo, despotismo, pavor. ¡El ejemplo que Caracas dio para liberarse de la dominación imperial!
¡Oh FAPUV, el cambio llegó!, ahora, ¿qué hacemos con tan macabros y despiadados planes de vuelta al estado colonial? Por amor a Dios, a nuestros hijos, futuras y fértiles semillas de un horizonte "tormentoso" en el que las "luchas y cosecha de derechos" parecen estar, "señaladas por la providencia y la historia", marcadas por la exclusión, execradas de toda legislación laboral y constitucional. ¿Habrá, en FAPUV, en la Universidad Autónoma, alguien dispuesto y presto a levantar su voz para señalar, decir, demandar, exigir a la Nueva Asamblea Nacional respeto al estado de derecho, justicia y libertad que democráticamente nos hemos dado? ¿Dónde quedará el Respeto, Obediencia y Subordinación a la Mejor, Más Votada, Discutida, Participativa, Protagónica…, y sobre todo, VIVA CONSTITUCIÓN DEL MUNDO?
Por los vientos apocalípticos, que desde el norte soplan, la "tierra de horizontes abiertos", en la cual FAPUV, decía "sembrar luchas para cosechar derechos", se vislumbra, en el horizonte futuro, como una tierra arrasada, devastada, colonizada, expoliada, invadida por la más feroz y sanguinaria tiranía que nuestra historia republicana conociera.
¡Ojala, quiera el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, que me esté equivocando!, sino: ¡Que alguien en nuestra Universidad Autónoma escuche, entienda y detenga el VERDADERO PROPOSITO del CAMBIO PROMETIDO! ¡Será la hora de ponerse pantalones y alpargatas también, porque el joropo es largo y tendido!