De veras que no puedo ocultar mi inmensa alegría que un personaje de nuestro sector de la ultraderecha como Henry Ramos Allup esté al frente de la Asamblea Nacional (AN). Cuando muchos crían que los adecos estaban muertos y enterrados el partido fundado por el “Padre de la Democracia”, Rómulo Bentancourt, resurge como el Ave Fénix, un animal vertebrado de sangre caliente, provista de pico y alas, con el cuerpo cubierto de plumas, semejante a un águila, vean pues, ¡resurgimos de las propias cenizas!
Quién no se siente orgulloso de un dirigente como Ramos Allup, que empezó como aprendiz de política cargándole las maletas a Carlos Andrés Pérez, y jalándole bolas y arrastrándose como un reptil a las barraganas Cecilia Matos y Blanca Ibáñez.
Confieso que me da pena escribir cosas como estas, porque ni en mis comienzos en la profesión de periodista nunca le he jalado ni un cabello a nadie, para venir a estas alturas a guindarme públicamente de Ramos Allup, pero siempre he creído que los méritos hay que dárselos a quien realmente se los merece.
Ya comienza a vérsele la costura a la realidad. Y no pasará mucho tiempo que los que votaron por este siniestro personaje para que llegara a la Asamblea Nacional comiencen a manifestar sus arrepentimientos. Digo en forma de ironía, quien no pudiese sentirse orgulloso de ser escuálido, contando con líderes de esa calaña, que quieren llegar al poder para repartirse el botín como en los mejores tiempos de la cuarta República, usufructuar los bienes del Estado, privatizar las empresas recuperadas por la Revolución, eliminar recursos para la inversión social y las pensiones a las personas de la tercera edad que han sido beneficiadas sin haber cumplido con las cotizaciones al SSO, paralizar la construcción de viviendas, la gratuidad de la educación como ocurre en Chile y en otros países donde gobierna la burguesía, y muchos otros beneficios logrados en Revolución.
Entonces, mi gran interrogante, ser escuálido será un verdadero orgullo en este país, cuadrarse con los que le han causado tanto daño al pueblo venezolano, aplaudir el resurgimiento de los que el pueblo echó por corruptos, asesinos y arrodillados al imperio norteamericano. Allí está la gran diferencia. Estoy seguro que el espacio perdido el 6-D será recuperado por el bien de la Patria, sólo es posible si desde todas las instancias del Gobierno se activa el Golpe de Timón, Las Tres R, la intervención y restructuración del PSUV en todas las coordinaciones del país. ¡Viviremos y Venceremos!