Desagravios

No, no se trata de unos desagravios más a El Libertador y al Comandante Chávez, suficientemente celebrados en casa y más allá de nuestras fronteras. Se trata de desagravios a los otros, a los discriminados por la barbarie agazapada tras la pestilente máscara de la civilización occidental.

A los “no blancos” de cualquier color y tono, integrantes de una inmensa mayoría conquistada, alienada, explotada, violentada y hasta exterminada en función de la acumulación de capital de las élites anglosajonas dominantes y sus cómplices.

A las mujeres, crónicamente discriminadas y cosificadas en todos los modelos de organización social adoptados por la cultura patriarcal desde la institucionalización de la esclavitud hasta nuestros días.

A los pueblos originarios resistentes a adoptar la cultura hegemónica, tratados como expresión exótica de grupos humanos en vías de extinción.

A los campesinos, pescadores y criadores, productores de alimentos indispensables para nuestra sobrevivencia, víctimas de cuatreros, latifundistas, terrófagos urbanos e inmensos conglomerados trasnacionales.

A las personas mayores, consideradas un sobrante incómodo en las sociedades regidas por la eficiencia y optimización de los recursos, por consumir sin producir y por entender poco o nada del desenfreno digital, pero mucho de la voracidad y estupidez humana

A los desplazados de sus territorios para garantizar la expansión del sionismo y el dominio mundial de los capos de las finanzas.

A los trabajadores manuales productores de la riqueza ajena, explotados por sus patronos y vistos por encima del hombro por artistas e intelectuales.

A todos los que caemos en uno de estos grupos, o en cualquier otro dejado de lado por falta de espacio, que luchamos por nuestro derecho a vivir en un mundo mejor.

Retornando a lo puntual y doméstico, ofrezco un desagravio al ministro Luis Salas venezolano del común discriminado, insultado y por sobre todo temido por los lacayos del gran capital, convencidos de que un tipo con “esa pinta” no va a traer nada bueno para sus bolsillos.

Desagravio que, vista la muy particular conformación del nuevo equipo económico, considero necesario acompañar por el famoso ruego de Rubén Blades por una ayudita del más allá:

María Lionza hazle un milagrito y un ramo e flores te vo a llevar…



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Mariadela Villanueva

Analista y comunicadora. Socialista y chavista. Firme creyente del poder popular

 mariadelav@gmail.com      @mariadvillanuev

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