Yo debería comenzar aconsejándole que se despojara de la sotana para que se dedique a la política, pero es evidente sobre todo la congregación a la cual usted pertenece, que hace tiempo abandonaron esa prenda característica del sacerdote y que otrora representaron humildad y respeto bajo los votos de obediencia pobreza y castidad, como fue creada dicha orden por Ignacio de Loyola, algo que yo personalmente dificulto que la mayoría de ustedes practiquen, sobre todo las dos ultimas, la historia tiene bastante de que hablar acerca de esto, pero ese no es el tema que hoy traigo a colación.
Resulta que este domingo lo vi y escuché en el programa de Carlos Croes. Con esos gestos corporales propios del burgués al servicio de esa oligarquía parasitaria y de la ultraderecha fascistoide que les llena los bolsillos para que se presenten en los medios de comunicación a decir cuanta paja les salga por la boca en contra del proceso revolucionario sin ningún fundamento, con el claro propósito de favorecer a la oposición, porque eso fue lo que usted hizo.
Le juro (y no acostumbro hacerlo en vano), que si hubiese estado escuchando el programa por radio, habría creído que se trataba del "Chuo" Torrealba, ese carcamal de la política que lo único que sabe es decir sandeces. Pero no, ahí estaba un señor, muy bien vestido con camisa de cuadritos y finos lentes que dijo ser sacerdote jesuita. Usted habló allí sin interrupciones, caso contrario a lo que Carlos Croes intentó hacer con Tarek William Saab que fue entrevistado antes, pero este no se dejó. Llegaste a decir (y aquí voy a dejar de tratarte de usted porque ya me cansé de sentir respeto por tu persona), que el presidente Nicolás Maduro era un mentiroso y que el gobierno era el principal culpable de la crisis y falta de alimentos, e incluso, dudaste de la reunión del presidente con los empresarios buscando una solución a la crisis económica. Ni por el carajo nombraste a los productores y empresarios acaparadores, promotores del bachaqueo y de las inmensas colas que cada día ponen a los pobres a sufrir más calamidades para comprar los productos de su cesta básica.
Mentiroso eres tú, que dijiste que cada vez que visitabas los sitios humildes lo primero que pedían era comida. Primero, tú sabes de la existencia de los barrios humildes porque los ves cuando pasas en algún lujoso vehículo por las autopistas y los miras a través de los vidrios ahumados. No creo que tu fina nariz soporte el olor a pueblo y te expongas a manchar la suela de tus zapatos con la tierra de algún barrio humilde. Y lo otro es que obviaste la existencia de MercaL y PDVAl que hacen periódicamente operativos llevando alimentos a los más necesitados a precios justos y solidarios en esa titánica lucha que tiene el gobierno para combatir la guerra económica que le han declarado tus amos.
Con respecto a tu opinión a la ley de amnistía dijiste lo que en realidad eres, ¡UN HIPOCRITA! que invoca el nombre de Jesús (no el de "chuo" Torrealba, sino el hijo de Dios), pero defiende a los victimarios, llamándolos presos políticos y acusando a Tarek Willian de negar que estos existen como tales, pero se te olvida el coñazo de muertes que estos causaron con el llamado a la "salida" y demás actos guarimberos. Por cierto, que en esa entrevista también hablaste de buscar una salida a este gobierno.
Pero la perla del jalabolismo la pusiste cuando Carlos Croes te pidió tu opinión acerca del discurso de Maduro y el de Ciro Pera Loca Ramos Allup en la Asamblea Nacional. Según tú el discurso del presidente fue pura retorica, pero el de tu pupilo Ramos Allup fue tan brillante que opacó la intervención de Maduro pasándolo a segundo plano, por ser inédito en la historia venezolana y lleno de verdades. Eso de por si te delata como mensajero de la MUD, así que mi recomendación es que te retires de esa falsa vida sacerdotal que llevas y te inscribas en la MUD. Así entonces podrás continuar haciéndole campaña a la ultraderecha, a la oligarquía parasitaria y defender a los asesinos como Leopoldo López y pandilla sin necesidad de estar metiendo a Cristo en tus cochinas declaraciones.
