"El pueblo debe controlar los poderes y crear herramientas para frenarlos cuando haya que frenarlos, cambiarlos cuando haya que cambiarlos y reestructurarlos cuando haya que reestructurarlos".

Hugo Rafael Chávez Frías (13 de enero del 2006)

Si algo ha caracterizado a la oposición venezolana es su desprecio por los pobres y su marcado acento clasista que se expresa en los calificativos y en las palabras que utilizan sus dirigentes para desprestigiar al pueblo.

Su único interés y acercamiento hacia los excluidos se produce en las campañas electorales, cuando sus candidatos descubren lo que es un barrio y tratan de disfrazarse en las cuñas electorales las cuales difunden a través los medios de comunicación.

Una de las pruebas más inmediatas se expresa en la reciente campaña, cuando descaradamente manipularon las colas y engañaron al pueblo con aquello de "la última cola"; hecho que después cínicamente reconocieron, al contrastar tal situación con la realidad la cual se mantiene después de las elecciones del pasado 6 de diciembre.

El arribo de la oposición a la Asamblea Nacional, gracias a la manipulación del hambre de los venezolanos, ha desenmascarado a sus dirigentes y desde luego los ha mostrado tal como son a la hora de defender sus intereses, buscar el lucro fácil y robar los recursos del Estado; cosa que venían haciendo desde la IV República hasta nuestros días (ver suministro de dólares por el Estado venezolano).

La llegada del Comandante Chávez al poder, catapultado por aquel célebre 4 de febrero de 1992 y su "Por Ahora", logró llegar a la conciencia del pueblo quien encontró en él la esperanza para romper el yugo y la dependencia del capitalismo.

Esta conquista pretende ser destruida por los diputados de la oligarquía y de la oposición, quienes se lanzan como aves de rapiña sobre las riquezas y las conquistas de los venezolanos obtenidas a través de la Revolución Bolivariana.

Es increíble el cinismo de los diputados de la burguesía quienes llegaron a la Asamblea Nacional encapuchados y bajo la estrategia de una guerra económica que manipularon para ganar las elecciones y cuya guerra sigue causando estragos en el pueblo venezolano.

No podríamos esperar otra cosa de los cipayos del imperio, quienes a nivel mundial se arrastran por el capitalismo. Ellos muestran sus fauces a través de las medidas opresoras del neoliberalismo, como las aplicadas por Rajoy en España, Macri en Argentina y que asoman hoy los adecos liderados por Ramos Allup y sus compinches de Primero Justicia y de otras especies de la derecha venezolana en la Asamblea Nacional.

Desde su llegada al parlamento han vociferado dos leyes bandera: la Ley de Amnistía para los "presos políticos" y Ley de Propiedad de la Misión Vivienda. Esta última, liderada por el diputado de PJ Julio Borges, quien ahora cínicamente habla de "democratizar la vivienda" después de calificarla como "Misión Maqueta".

Para explicar esta última Ley de la Propiedad de la Vivienda se han lanzado a los conjuntos habitacionales, construidos por los gobiernos revolucionarios de Chávez y Maduro, los representantes de Primero Justicia y sus concejales de Miranda (una provocación), siendo rechazados por los propietarios de la Gran Misión Vivienda Venezuela.

Los diputados de la oposición - con el mayor descaro - pretenden entregar a la banca privada el millón de viviendas asignadas por la Revolución a los damnificados y a muchas familias de bajos de recursos, para que les apliquen nuevas cuotas balón de arrendamiento.

Al ser expulsados los zamuros enviados por Julio Borges y Ramos Allup por los propietarios de la Gran Misión Vivienda Venezuela, estos han acusado a las familias favorecidas en las nuevas viviendas como "gentuza" (ver últimos videos).

Es decir para los diputados de la oposición, el pueblo es de baja calidad humana y de escasos valores morales; justamente los calificativos que más bien deberían estar destinados para definir esta "gentuza de la oposición", quienes descaradamente llegaron a la Asamblea Nacional, para robar y hacer caída y mesa limpia con las conquistas del pueblo logradas en tiempos de Revolución.

¡Amanecerá y Veremos!