Pasé Carnaval en casa, recuperándome de molestias y dolencias propias de la edad. Entre lecturas, TV, Radio e Internet, nada me fue más molesto por su insensatez, que las trastadas verbales de Lilian Tintori y del Monarca mercantilista Lorenzo I. La esposa de Leopoldo López Mendoza político preso y bien preso, por incitar asesinatos a cuenta que desde niño tiene capricho de ser Presidente de la República, para gobernar "con gente de clase", ya que el pueblo, esos tales pobres nacieron para dejarles las migajas de las ganancias petroleras. Oímos grabación de los esposos "churros" de altanería escatológica, expresándose sotto voce planeando "catrantagar" a civiles y militares, exponiéndolos al escarnio. Muy parecidos a declaraciones grabadas y ruedas de prensa del oso mentiroso, rey del chuleo de dólares que le facilita el estado venezolano.
Vulgaridad dual de los amos del valle, extrema ambición inmoral cuando una rica de cuna, rubia normal, suelta su alma amoral, dejando caer verbalmente lo que en política piensa, cual basura recipiente. Perdóneseme la irregular rima, reacción indignada al oir a la muy publicitada Señora Tintori de López, acusar miserablemente a familiares de 43 asesinados durante las guarimbas por "La Salida", señalándolos de ir a la Asamblea Nacional a "llorar porque les pagan para sabotear…". Semejante exabrupto no se lo perdonará ni DIOS EL OMNIPOTENTE, por sentimientos cargados con tan brutal opinión, sólo comparable al engaño que dijo Lorenzo el polaroso, afirmando "a la empresa Polar, el Gobierno no le ha dado ni un dólar…". Lo que honestamente no le creen ni su familia, ni su abogado, a excepción de entrevistadores genuflexos.