Es estructuralmente imposible que una mayoría parlamentaria de derecha al servicio del gran capital someta a consideración de la Asamblea Nacional un proyecto de ley que se enmarque dentro de nuestra constitución y favorezca a quienes dependen de su trabajo para sobrevivir.
En Venezuela predomina el sistema capitalista. Lo dijo el Comandante "No nos llamemos a engaño: la formación socioeconómica que todavía prevalece en Venezuela es de carácter capitalista y rentista". Nuestro rentismo es una a modalidad propia de países capitalistas petroleros dependientes donde la acumulación de capital está directamente vinculada con la apropiación del excedente producido por el sector petrolero.
Apropiación en torno a la cual gira la crisis política – con aristas económicas, mediáticas, psicológicas, terroristas y delincuenciales – que vive Venezuela desde 1998. Momento en el cual las élites comienzan a luchar para recuperar el poder pues Chávez, aun creyendo en esa época en la tercera vía, representaba un peligro para sus intereses y los del gran capital trasnacional.
Desde esa época la oposición empezó a conspirar y a aprovechar en su favor, sus cuotas de poder en las entidades públicas. Por lo que no puede sorprendernos que ahora, lo hagan con mucho más empeño y estruendo desde la A N. Más bien debemos aprovechar sus disparates para evidenciar clara y sencillamente las contradicciones entre los intereses del capital y los intereses reales de la mayoría de los venezolanos. Nos lo están poniendo en bandeja de plata.
No hay que caer en ataques personales, ni repetir mil veces argumentos superficiales o parciales. Hay que ir al meollo de sus planteamientos para demostrarle a dudosos o confundidos lo que la oposición y sus amos pretenden lograr.
Hay que demostrarles a los venezolanos que las leyes que propone la oposición (salvo la insólita de amnesia criminal) no son ni originales ni inspiradas en nuestra realidad sino que responden a los lineamientos del Consenso de Washington acordado en 1989 entre el FMI, el BM, el gobierno y la Reserva Federal de los EEUU para superar las crisis del capitalismo a costa de un mayor control y saqueo de los países del Sur.
El capitalismo es voraz, salvaje y anticristiano, nosotros defendemos el socialismo que es humanista y cristiano. Hugo Chávez frías (2006)