Como lo único que la derecha, ahora mayoría en la AN, puede ofrecer es neoliberalismo, o sea pura exclusión, reinventa su discurso y así busca la identificación con el pueblo, que le resulta necesaria para aparentar un comportamiento democrático.
A pocos convence la letanía de que el socialismo aquí no funciona debido a la escasez y la inflación, ambas inducidas. Y aunque para ganar las elecciones del 6/D prometieron acabar con las colas, lo que en verdad les preocupa a los diputados de la MUD es aplicar la mal denominada Ley de Amnistía, adefesio legal que viene a ser un "yo confieso" de la oposición golpista, o la Ley de Producción Nacional, la cual en su apartado régimen de precios, faculta el aumento de los productos cada dos meses.
Por consiguiente, un cambio en la manera de comunicarse es pertinente. Esto se vio en la reciente concentración, donde el presidente de la AN, Henry Ramos Allup, descartó su léxico rebuscado de la IV República para sustituirlo por palabras mal sonantes, acompañadas de gestos indecorosos, comparando grotescamente algunos de los motores que impulsa la revolución bolivariana con sus testículos, llamados "bolas" en el habla del venezolano.
El chisme fue otro recurso que, según parece, de ahora en adelante, a falta de plan de gobierno, usará la bancada derechista. "Henry", gritaban sus seguidores al diputado adeco para darle ánimo, mientras él mentía para justificar su ausencia en la Apertura del Año Judicial, arguyendo que le asignarían un lugar no propio de su envergadura política.
Lo anterior demuestra que –mientras se ataca a Luda Da Silva en Brasil inculpándolo de lavado de dinero con la empresa Petrobras, conjuntamente con la arremetida de esos medios de la oligarquía para crear la matriz de que la izquierda es corrupta- el chismecito forma parte del guión, una vez que enfilan sus técnicas de descalificación creando falsos vínculos con la corrupción y el narcotráfico.
Otro ingrediente que se vuelve reiterativo, es el recurso de la amenaza maquillada de advertencia, pues el "renuncia ya Maduro", viene acompañado de la aclaración de que eso evitaría una tragedia, es decir, un golpe de Estado y/o intervención imperial, como los casos Irán, Afganistán, Libia y Siria.
En definitiva, la nueva AN ha encontrado otra manera de comunicarse, que no resulta descabellada, pues sacar del juego al adversario, entiéndase Nicolás Maduro, es más conveniente que buscar una salida a la crisis.