La derecha venezolana agrupada a golpes en la MUD, por designio imperial, habla de referendo revocatorio contra Maduro, pero sabemos que en el fondo le teme al mismo porque las matemáticas no le cuadran, no obstante, lo consideran “una pieza publicitaria” de mucho valor para sus verdaderas intenciones que no son otras sino la de desestabilizar el país. Así han actuado siempre, con cartas ocultas, lo hicieron contra Chávez y ahora contra Maduro. El verdadero objetivo es la salida antidemocrática y la erradicación a golpe y porrazo de la legislación venezolana que garantiza la continuidad de la revolución.
Cuando decimos que las matemáticas no le cuadran es porque en efecto es así, veamos: 7.728.025 obtuvo la derecha en las elecciones parlamentarias, Maduro fue electo con 7.587.579, una cifra menor, pero, ¡y allí viene el pero!, en política no siempre dos más dos son cuatro y las circunstancias cambian todos los días, más aún en la política y mucho más cuando se está en una revolución. En el proceso parlamentario se descubrieron trampas realizadas por la derecha y además de la estafa de “la última cola”, la guerra económica, la manipulación mediática y toda aquello que llevó a muchos venezolanos y venezolanas a creerse el cuento de que el país marcharía mejor con una oposición apoderada de la AN. El desarrollo de los acontecimientos demuestran que: ciertamente la derecha triunfó, pero lo hizo sobre una expectativa sostenida con bases de barro y en las primeras de cambio se desmorona ante una actuación en la AN, por demás torpe en términos políticos, al hacer evidente lo que ocultaron siempre que no es otra cosa que hacerle daño al pueblo llano. Pero hay otro asunto al cual la derecha le teme y es a la consciencia de un pueblo, un pueblo que no está desarmado de ley, razón y justicia.
Ciertamente que en una confrontación de la magnitud de la actual, una confrontación de clases, las falencias del gobierno son aprovechadas y exacerbadas por la oposición, entre otras cosas porque la presencia en instancias del estado de opositores declarados y ocultos hacen recrudecer las fallas, pero lo que no se puede ocultar con un dedo es que a pesar de todos los problemas como: la baja de los precios petroleros, el contrabando, la especulación desatada e inducida que permea a todas partes y las fallas en el sistema distributivo de alimentos y productos básicos, en manos de la burguesía, surten el efecto catastrófico del desorden y el encarecimiento de las cosas hasta puntos inimaginables, no obstante a esto la revolución sigue construyendo patria, otorgando beneficios, distribuyendo equitativamente el ingreso y construyendo obras de envergadura para el ser humano.
La muestra en la recolección de firmas de la derecha es un mensaje claro: no se observó la presencia arrolladora de una maquinaria política que al menos le garantizaran una recolección superior al 30% de los votos obtenidos en las parlamentarias. Por otra parte: la develación de los verdaderos planes burgueses con las leyes promovidas desde el parlamento deben haber espantado a más de uno que votó por ellos. La pieza publicitaria de “la última cola”, que sin duda caló, en el mejor de los casos para los opositores ya no les servirá para engañar incautos y sobretodo el despertar del chavismo ante la posibilidad real de ser derrotado le ponen el referendo cuesta arriba a la burguesía y su MUD.
Por su parte el gobierno también tiene sus retos… ¡Y vaya cuantos! Acelerar el cambio económico en medio de la terrible crisis, construir un aparato distributivo que acabe con la especulación y hacer de sus políticas ejemplo de eficiencia… El pueblo llano también tiene su enorme reto: nada más y nada menos que hacer realidad el poder popular y ejercer las leyes en este combate contra la burguesía; comprender e impulsar el nuevo modelo económico, romper ese yugo que nos ata a la lógica capitalista de aprovecharse de toda circunstancia para acumular dinero: verbigracia el bachaqueo, la especulación y la reventa de productos que beneficia a la gran burguesía en sus planes golpistas, que son los reales
El cambio económico tiene que parir un modelo productivo y no rentista; allí el gobierno lanzó los motores productivos, veamos cómo lo asumimos los de abajo para que esto sea viable y posible… En pocas palabras, el reto no solo es del gobierno, es de todo un pueblo marchando junto a su gobierno y haciendo posible el poder popular que va mucho más allá de construir una acera, hacer unas casas, etc. Es construir desde abajo un modelo económico que depure de la lógica burguesa el sistema distributivo y se derrote la especulación galopante.
Obviamente que esto no se logra de la noche a la mañana pero es el gran reto: que el pueblo internalice que ya pasó el tiempo de la dádiva y se dedique a construir su futuro de forma unida; que se ejerza el poder. En un escenario así la burguesía no tiene vida y será inexorablemente derrotada.
La burguesía por su parte insistirá y cacareará su circunstancial victoria electoral en las parlamentarias, pero ellos saben que en estos meses las cosas no les han salido como se las habían planteado… pero además hay algo ¿Cómo gobernar sin una cruenta represión? ¿Cómo gobernar sin llenar el país de sangre, muerte y desolación? ¿Cómo gobernar y mantener los logros sociales de la revolución que no se han detenido pese a la gravedad económica? Son interrogantes que alguien cuerdo en la derecha debe hacerse, o quizás la prepotencia no les permite detenerse en esas cosas pero en todo caso forman parte del ajedrez político actual.
Hay que esperar que el agua corra bajo el puente; veamos si recogen las firmas, si respetan las leyes o simplemente el referendo se convierte en “una pieza publicitaria” para desestabilizar y justificar una intervención armada del imperialismo porque en la FANB no cuentan con qué, además que no tienen las bolas para hacerlo, para muestra el 13 de abril… ¿Será por eso el culillo?
