Desde que la Revolución llegó al Poder Constitucional en 1999, la Oposición venezolana no ha descansado ni un segundo en intentar salir del Proceso Bolivariano; han utilizado todo tipo de mecanismo violento e inconstitucional, haciéndolo ver como vías democráticas y clamor del Pueblo. Un sector de la Oposición buscó la confrontación directa a partir del inicio y el otro empezó con seducir al Presidente HUGO CHÁVEZ mediante la adulancia; el primero, se secó tan rápido como gota en el desierto; el segundo, el Comandante los fue revelando poco a poco; sin embargo, estos últimos han sido los más peligrosos. La Oposición ha tenido sus actores principales en cada episodio para derrocar a la Revolución y a su vez ha adquirido sus mutaciones.
Recordemos la conjura entre la Coordinadora Democrática (actualmente MUD), la cúpula empresarial de Fedecamara y a los sindicalistas adecos acomodados que dominaban la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV); intrigas que ejecutaron entre los años 2002-2003; maquinaciones encubiertas bajo la manipulación de una huelga general convocada por la élite empresarial; es decir, por vez primera y de manera irracional se hacía una huelga de patrones y no de trabajadores; manifestación que devino al cierre de sus propios establecimientos obligando a los trabajadores a no laboral mientras dieran los frutos de la confabulación, resultados que proveyeron su cosecha en un sólo día, el 11 de abril de 2002 y el fracaso del paro petrolero. Hoy en día, la Oposición venezolana sigue buscando mecanismos para derrocar al Gobierno democrático y constitucional del Presidente Nicolás Maduro; y para ello, primero se han replanteado varias alternativas “democráticas” pero dibujadas en agendas conspirativas; y segundo, otras no democráticas como “La Salida”.
De las primeras, han esbozado el Revocatorio, la Renuncia del Presidente, la Enmienda constitucional para recortar el período presidencial, el enjuiciamiento al Presidente y la creación de leyes para sofocar al Poder Ejecutivo. Sobre estos planteamientos, se hará una síntesis de tales pretensiones, de modo que se pueda vislumbrar los planes maléficos para destronar a un gobierno con recetas desarrolladas configuradas al tiempo actual que intentan tener un sabor artificial a democracia. Agenda “La Salida”: la Oposición venezolana ha recurrido a las guarimbas en estados como Táchira, Mérida, Zulia, Aragua, Carabobo y la Zona Este de Caracas; el disturbio es el arma principal de la agenda. Objetivo que busca generar violencia en las calles en los sectores de la clase media-alta para incitar a la población a forjar el caos y la desestabilización del País. Tales planes ha sido revelados y ponen al descubiertos a las figuras primordiales de las organizaciones políticas como Voluntad Popular, Alianza Bravo Pueblo, algunos dirigentes de Primero Justicia y la organización Vente Venezuela. “La Salida” busca como lo indica su nombre, salir del Presidente Nicolás Maduro por vía inconstitucional; luego de ahí, el desmantelamiento de la Revolución en su totalidad; pero para llegar a ese punto, deben generar violencia y desconcierto en la población y así poder lograr la conquista del Poder.
No creen en las vías democráticas, porque están convencidos que ese camino los llevaría al fracaso debido a que el Pueblo ratificaría a la Revolución. Agenda “Referendo Revocatorio”: el artífice de este planteamiento es el ala moderada de la Oposición; sin embargo, algunos de este sector creen en otras alternativas, que más adelante se seguirá dilucidando. Ésta herramienta es algo compleja pero viable y confiable en lo que se refiere a su procedimiento legal; no obstante, es imposible de ejecutar si no se tiene la cantidad de personas que se requieren para revocar al gobernante. Hoy en día, la Oposición ha iniciado la solicitud de tal mecanismo constitucional; sin embargo, comenzaron mal; debido a que, en la contabilización de las planillas para solicitar la constitución de la Agrupación de Ciudadanos y Ciudadanas se han visualizado irregularidades, lo que pudiera recaer en una impugnación de tales actas. Mientras esta agenda marcha, los impulsadores de “La Salida” hacen su trabajo creando presión sobre el Consejo Nacional Electoral (CNE). Agenda “La Renuncia del Presidente”: existe un sector del ala moderada de la Oposición, aun sabiendo que tal abdicación es una decisión exclusiva y estrictamente personal de quien renuncia. Irónicamente a este planteamiento se la han unido algunos del sector de “La Salida”; esto debido a que ven en ello una solución expedita y porque tiene un acompañamiento de carácter violento que han llamado (grupos de presión).
Es decir, buscan generar desabastecimiento de alimentos y medicinas; encarecer y ocultar los artículos de primera necesidad para así créales un desconcierto a la población y poder manipularlos para que salgan a manifestar en las calles para exigir la renuncia del Presidente. Este tipo de manifestaciones deben estar acompañadas por focos de violencias para que la presión surta efecto. Agenda “Enmienda constitucional para recortar el período presidencial”: ya este planteamiento fue puesto en marcha y fue impulsado por algunos letrados de la Oposición. Tuvo como resultado la Sentencia N° 2016-0271 de la Sala Constitucional de fecha 21/04/2016, sobre la interpretación constitucional del Artículo 340 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV) por parte del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ); donde determinó que cualquier enmienda que pretenda efectuarse a la CRBV, no puede tener efectos retroactivos en el tiempo o ser de aplicación inmediata.
Por otro lado, dicha Enmienda los llevaría a una consulta popular. Agenda “Enjuiciamiento al Presidente”: este planteamiento germina del sector de la burguesía ilustrada de la Oposición; aquella que logró enjuiciar a Carlos Andrés Pérez y hoy no acepta que los tiempos políticos han pasado como también ha acaecido la Constitución del ´61. Este procedimiento para realizarlo debe ser declarado por el TSJ, si existe o no mérito para enjuiciar al Presidente de la República; es decir, la Asamblea Nacional podrá autorizar al Poder Judicial a que conozca la causa, pero es este quien la declara de ser el caso. Agenda “Crear leyes para sofocar al Poder Ejecutivo”: este plan lo impulsa la mayoría de los diputados de la Oposición en la Asamblea Nacional; debido a que estos actores ya son diputados y creen que creando leyes para sofocar y controlar en su totalidad a los Poderes Públicos, pueden ponerlos a sus pies; recordemos que muchos de estos legisladores no les convienen las salidas violentas porque perderían sus curules nacionales por un nuevo reacomodo en un escenario violento; es decir, prefieren garantizar ser los actores principales y no el reparto secundario.
Afortunadamente, el Pueblo cuenta con el TSJ; un Poder que sirve como contrapeso bajo la supremacía del control concentrado que le permite el sistema de control de la constitucionalidad para declarar las leyes contrarias a la Constitución como normas inconstitucionales. En conclusión, cualquiera de las agendas llevaría a la Oposición a derrocar al Presidente Nicolás Maduro; porque esa es su finalidad y naturaleza; el método no importa, porque el sólo hecho de derribarlo justificaría el medio; es por ello que, la Agenda “La Salida”, no implica que la totalidad de la Oposición se rehúse a ello; debido a que los adhiere una sola intención: salir del Presidente Nicolás Maduro por cualquier vía; solo que cada grupo tiene sus prioridades; algo así como todos los caminos los lleva a Roma. Es fin, la Oposición siempre recurrirá al título de la Agenda principal llamada “Golpe de Estado”, porque nunca han abandona, esa salida.