Vivimos momentos de radicales confrontaciones desde el punto de vista político, entre un gobierno (poder ejecutivo nacional) legítimo y constitucionalmente con la legalidad plena y suficiente para gobernar por seis años y otro sector político perteneciente a la oposición que mediáticamente “ha vendido” la idea de que la guerra-crisis económica se resuelve, saliendo como sea del gobierno actual, por lo tanto, no quiere esperar hasta las próximas elecciones presidenciales, pautadas para diciembre de 2018.
Luego de las elecciones parlamentarias del 6-D que significó un triunfo electoral para la oposición política y envalentonados por éste éxito circunstancial, siendo LAS COLAS el elemento clave que le dio un sentido de protesta y molestia la cual fue capitalizada por la derecha y ultraderecha nacional, que hasta llegaron a establecer una fecha de caducidad del período presidencial: ¡“Maduro sale en seis meses”!...
Indudablemente que LAS COLAS y las causas que la generan se ha convertido en el gran comodín político y base de apoyo para la oposición, que obviamente no están para nada interesados en que LAS COLAS desaparezcan hasta obtener el poder ejecutivo nacional y desmantelar todo vestigio del chavismo en cualquier escenario y niveles de gobierno.
Por lo tanto, LAS COLAS es el gran salvavidas político del escualidismo nacional y ahora acompañado de una “masificación del bachaquerismo” se ha convertido en otra punta de lanza para seguir aumentando la rabia y molestia en la población, sólo pensando en resultados electorales.
Ahora, si nos preguntamos qué sería de la oposición venezolana sin LAS COLAS, considero que regresarían al camino de las derrotas electorales y sus expectativas de ser una alternativa de poder se reducirían drásticamente.