De cartas famosas ha conocido la humanidad desde los tiempos en que el ser humano aprendió a comunicarse con las letras.
Allí están las Cartas morales que Lucio Anneo Seneca escribió a Lucilio. Cartas con una riqueza literaria cuyo contenido fue más bien una guía moral antes que filosófica y que contribuyeron al desenvolvimiento de las grandes figuras como Tertuliano y San Agustín.
Famosa es también, por histórica, la carta de Jamaica escrita por nuestro libertador en aquellos días aciagos de exilio obligado a causa de una de las derrotas sufridas y dirigida:"En contestación a un caballero de esta isla”. Carta en la que Bolívar escribe una de sus paginas más asombrosas, donde señala genialmente iluminado el destino de América `para los próximos cien años.
Pero cartas de amor también las hay que se hicieron famosas. El mismo Bolívar intercambió con Manuelita hermosas misivas que demostraban la sensibilidad humana del hombre más glorioso que haya parido la América.
De despechos ni se diga; allí tenemos esa carta desgraciada, puño y letra de su amada que recibió Gualberto Ibarreto, pidiendo claridad para leerla. Y la recibida, por fin, por Daniel Santos de su amada Linda, a la cual tenia tiempo sin ver y si saber de ella.
Otras cartas nunca han llegado, como la que se quedó esperando el coronel del Gabo durante quince años para que le dieran noticias acerca de su pensión y se vio ante la disyuntiva de vender un cuadro o el gallo que les proporcionaba algo de dinero cada vez que ganaba una pelea y que les permitía junto a su mujer no morir de hambre.
En esto días la republica bolivariana de Venezuela ha sido sorprendida con el anuncio que una inesperada carta puede llegar a sus puertas. Se trata de la impopularmente famosa carta democrática que amenazadoramente exhibe esa entelequia llamada OEA a los estados que no le son favorables a los caprichos e intereses del imperio gringo. Carta esta que para poder ser aplicada tiene que regirse por una serie de condiciones, una de las cuales es la de ser sugerida por el mandatario de cualquiera de los países que la soliciten para si. Es decir, ningún otro organismo o institución `puede tomarse ese derecho, pues estaría cometiendo delito de usurpación de funciones.
Pero el bocón de Ciro Pera Loca Ramos Allup, dinosaurio escatológico que preside la Asamblea Nacional y donde reina una mayoría de cagapatios, se ha creído con derecho a pedir que se aplique dicha carta a Venezuela, en una demostración propia de apátridas y lame suelas del imperio, acompañados en su ridícula pero peligrosa intención por el secretario de la OEA, otro inmoral y traidor que ya debe estar pensando en su renuncia si es que tiene un poco de vergüenza, pues la plasta que puso al querer usurpar funciones lo han dejado como un irresponsable ante todos los estados miembros de la OEA y el resto del mundo, exceptuando claro está, al imperio gringo y algunos de sus inseparables lacayos.
La paliza recibida por la oposición venezolana y el propio Almagro los ha dejado como al Coronel del Gabo, esperando una carta que nunca llegará.
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