La propaganda de los convocantes a "La toma de Caracas" el 1-S 2016, promociona en forma mal disimulada, presunta violencia que podríamos sufrir. Es la más cruda evidencia desesperada de dirigentes opositores derrotados en convocatorias públicas, que actúan de forma similar a los canes apaleados, que aun con el rabo entre las patas enseñan los dientes y gruñen para asustar. En el caso político venezolano, moralmente apaleados por violentos y esencialmente mentirosos, los castiga el engaño comprobado de sus erradas argumentaciones repetitivas venenosas.
Desde la sentina de su reconcomio y falta de carisma para entusiasmar, la MUD, UNT, VP, AD hecha pedazos y lo que queda de COPEI, vuelven a creer que dominando medios de agitación social, abusando del engaño que perjudica más a la comunicación social que a la politiquería de mal llamados "jefes de la oposición", van a convencer. Los programados llamados a marchar desde toda Venezuela a Caracas el 1-S, debe ser un llamado constitucional pacífico y sin armas, sin embargo producen temor en los adversarios al gobierno, gente con derecho a no gustarle la revolución socialista, pero aun así llenos de lógica desconfianza.
Insisto, basta verlos y oírlos hablar del 1-S y sus intenciones, para recordar la violencia animalizada de pasadas actitudes mortales, no pacíficas. Su convocatoria al 1-S, se parece a la exaltación desaforada de quien queda atrapado en la sentina de un barco, actitud que traducida a la política significa clamar auxilio desde el fango de la sentina, albañal, cloaca, o lugar de gran vicio y corrupción. Cuidado compatriota, si el 1-S lo convocan a marchar gritando "con mi sentina no te metas", estará apoyando la subversión de presuntos demócratas incursos en comprobada corrupción y pésima dirección contrarrevolucionaria, sin programa para el país, solo ahíta de odio insensato y demencial.
