A medida que avanza el diálogo iniciado entre el Gobierno y la oposición venezolana han comenzado a despejarse las incógnitas y aparecen algunos signos que pudieran cambiar el escenario político, al menos en lo referente a la reducción de la violencia.
No obstante no debemos llamarnos a engaño, porque el plan de la oposición para la toma del poder fue cocinado en el norte y su guión está ejecutándose por capítulos y escenas.
Los protagonistas han salido en su momento a interpretar el papel asignado y en la tragedia, han dejado en la escena un importante número de víctimas y vidas humanas sacrificadas, algunas con culpables visibles presos y otras con autores intelectuales, quienes siguen paseándose libremente por las calles de Venezuela.
Mientras esto ocurre los representantes de la MUD parecen quitarse la careta y se definen en la mesa al confesar sus medias verdades a cambio de una cuota de poder, en un hipotético gobierno de transición, figura típica que usa el imperialismo antes de colocar sus garras en países como el nuestro, el cual siempre ha sido un bocado apetecible.
La miseria humana que caracteriza a los líderes de la oposición, aupados desde los centros de operaciones (Miami, Madrid, Panamá y Bogotá) sólo ven alejarse su oportunidad, ante la acertada estrategia del Gobierno del Presidente Maduro, quien ha jugado duro y ha recibido un espaldarazo de organizaciones como la ONU, la UNASUR y el propio Vaticano bajo las riendas del Papa Francisco.
“No es concha de ajo” el escenario por el cual ha tenido que atravesar nuestro país desde la llegada de la Revolución Bolivariana, con el Comandante Hugo Chávez quien golpeó el espinazo de la burguesía parasitaria y la derecha neoliberal, al colocar en el devenir del proceso revolucionario a los protagonistas de la derecha en su justo lugar.
Hoy luego de varias peripecias y jugadas en el campo de la política interna y externa, donde las amenazas a veces se han tornado acechantes, al declararnos el imperio como “una amenaza inusual y extraordinaria”, no tiene nada de raro que sus operadores y vasallos en nuestro país, hagan lo imposible por cumplir sus órdenes como buenos cipayos.
Mientras el tiempo transcurre y la Mesa de Diálogo con sus artífices se desarrolla por etapas, ya comienzan a verse las verdaderas costuras y los actores de la MUD se desnudan y algunos dilucidan sus diferencias, arrojando a los violentos al lado del camino.
Sólo basta ver sus declaraciones para sentir como los traiciona el subconsciente o buscan excusas para no ser asociados al plan golpista del imperio, el cual se derrumba una vez aceptada las condiciones de la Mesa de Diálogo, escenario aplaudido en el campo internacional y con unos resultados iníciales que apuntan a la paz.
Por ejemplo al Alcalde de Petare Carlos Ocaríz al salir de la Mesa de Diálogo se le escapó esta perla: “A mis compañeros que piden calle que hablen menos y hagan más”. Mientras “Chuo” Torrealba, secretario ejecutivo de la MUD afirmó: “la oposición no está reconociendo que haya guerra económica, sino boicot a la economía”.
El escenario parece cambiar en la tierra de Bolívar mientras los vientos de paz - gracias al diálogo - nos anuncian buenas noticias desde Colombia, donde es posible entenderse a pesar de las diferencias, signos que representan puntos de honor para el Papa Francisco y para los mediadores internacionales.
A la par de los avances del diálogo los opositores al Gobierno del Presidente Maduro siguen con su desfile de acusaciones. Para Lilian Tintori esposa del preso de Ramo Verde, es un calvario para su marido, “estar desnudo e incomunicado en la cárcel” y anuncia otra gira internacional para pedir su libertad.
Mientras el Gobierno aplaude la llegada de la paz en época de Navidad anticipada en Venezuela, se habla de hallacas y gaitas en el escenario de las familias, pero todo ello a tono con el “boicot” reconocido por “Chuo” Torrealba.
Todos buscamos la paz en Venezuela menos el magnate del maíz y de la Polar, quien anuncia que paralizará todas sus plantas de harina PAN para que no hayan hallacas en esta Navidad en Venezuela; es decir podrían haber, pero quizá con maíz transgénico importado, lo cual ratifica su conversación con Ricardo Hausmann de “hacer la guerra a la Revolución Bolivariana”.
La verdad es que los líderes de la MUD y de la oposición que acariciaban el sueño presidenciable como Henry Ramos Allup, Leopoldo López, Enrique Capriles, Maria Corina Machado y hasta el propio “Chuo” Torrealba ven alejarse su sueño.
El imperio que no pierde tiempo y ha gastado millones de dólares sin obtener resultados en un golpe de Estado en Venezuela, ya se pasea por la posibilidad de buscar un pelucón servil con amigos en el FMI y en el Banco Mundial (BM) que pudiera ser presidenciable.
El diálogo continua y en el Norte se deshoja la margarita, ya se habla en los pasillos del Pentágono de un Trump venezolano, pero todo parece indicar que al candidato pelucón “no le gustan las hallacas” y le dijeron - por ahora “no te vistas que no va p´a el baile” -
¡Amanecerá y veremos!