El pueblo opositor no merece tener una dirigencia tan mala y mediocre. En la oposición hay gente buena, confiada y honesta. Gente que ha sido engañada por varios años por una pléyade de dirigentes decadentes y sin palabras. Parecieran más a unos sapos que levantan sus bocas, balbucean y, al final, no dice nada, mientras lucen cansados, pesados para mover sus cuerpos y sin saber hacia qué camino coger. Tanto que no perciben el peligro y se atraviesan en la carretera sin percatarse del peligro. Así están los dirigentes de la maltrecha y vilipendiada MUD. Un día dicen una cosa y el siguiente día otra que contradice a la primera. Pero hay algo que hay que reconocerles a estos dirigentes: es el mar de contradicciones en que se desenvuelven. Esto es para coger palco. Y conste que esto no sale de la boca de un chavista. Sale de las miles de boca del pueblo opositor cansado de ser engañado y usado como carne de cañón por estos patarucos de la política venezolana.
Contradicciones: se sentaron en la mesa de diálogo, pero no creen en el diálogo. Querían a un representante del Papa, pero no respetan los acuerdos acordados en la mesa. Retan al CNE y sus rectoras, quienes son, a menudo, amenazadas y ofendidas. Retan al TSJ y ofenden, como les da la gana, a los miembros de ese organismo, pero lo obedecen a regañadientes.
Amenazas: Boca de sopo mayor dijo cuando ganaron la Asamblea Nacional que en 6 meses Nicolás Maduro, solo existiría, como presidente, en la imaginación del chavismo. Eso no se cumplió. En la "madre" de las marchas, el 11 de noviembre, dijeron que irían a Miraflores a sacar a Maduro. Nada pasó. Más tardes, el 6 de noviembre, vociferaron que una marcha llevaría la carta de despido del presidente. Pero nada sucedió. Antes habían llamado a un paro general, y resultó el mayor de los fiascos. Hace dos días amenazaron con tomar la calle y no dejar hasta que Maduro se vaya, para lo cual irían a la Nunciatura, en una marcha llamada la protesta de los "récipes", sin resultado alguno. Una pobre concentración donde dejaron para que un señor que preside la Asociación Farmacéutica entregará los récipes al Nuncio. Se le salió la IV por la boca. ¡Que ridículos! A Capriles y Guanipa no les hicieron caso. A última hora boca de sapo mayor dijo algo más o menos parecido a esto: "Estamos a punto de pararnos de la mesa y tomar la calle. Si en los próximos días no se le ve carne a la empanada, calle que para que te tengo". En fin, Maduro los tiene locos.
He aquí los bocas de sapo más descollantes de la MUD: Henry Ramos Allup. Este señor se cree superior que los demás dirigentes de la charca, como dice Diosdado Cabello. Habla como el eco de una ametralladora. Gesticula como un saltimbanqui y chirrea como una guachara loca para darle mayor énfasis a su mensaje. Julio Borges. Este señor no habla mucho, pero cuando lo hace no pega una. Está en espera de asumir la presidencia de la Asamblea Nacional, a partir del 6 de enero… ¿Lo dejará Ramos Allup? Leopoldo López, envía sus mensajes con la señora Tintori, cuando logra verlo. Carlos Ocariz, trata, en cada intervención, de parecer un sapón, pero no llega a tanto. Se enreda todo, para caer en las mismas amenazas al presidente Maduro. Guanipa se cree un sapón, pero no llega a sapito lipón. Le cae pesado hasta a sus compañeros de andanzas. Mientras tanto, Guevarita se expresa con la verborrea de un loquito de barrio. Se cree el más radical de los radicales, pero en la práctica no se le ve la tostada. Puro bla,bla,bla… Todos, absolutamente todos, estos bocas de sapo, cada día pierden credibilidad entre sus simpatizantes, mientras el chavismo se crece en sus narices, listos para darles una pela en las elecciones del 2017, incluyendo las elecciones en el Estado Amazonas… ¡Se cansa uno!
Teófilo Santaella: periodista, egresado de la UCV. Militar en situación de retiro. Ex prisionero de la isla del Burro en la década de los 60.