"¡Váyase tranquilo compadre! ¡Busque cura a sus males, que yo le cuido el coroto!".
Así aconsejó Juan Vicente Gómez a su compadre y compañero de correrías Cipriano Castro. Éste, obligado por su delicado estado de salud y quizás alentado por las recomendaciones del compadre, a quien creía fiel y leal, tomó el primer barco que halló surto en la Guaira y fue en busca de la salud perdida.
Apenas la nave donde viajaba el jefe y entonces presidente de Venezuela se alejó unos pocas millas marinas de la costa, Gómez se hizo dueño de Venezuela y con prontitud tres naves de guerra norteamericanas atracaron en el primer puerto de Venezuela para apoyar al nuevo presidente o usurpador.
Es esa una de las tantas historias de traiciones y trampas de la vieja política venezolana.
¿Estará Borges metido en una trampa como aquella contra su compadre o compañero Capriles? Es posible. Tiene mucho sentido y fundamento pensar eso.
En artículo que publicamos en el Blog de Eligio Damas, el 20 de febrero y en este espacio el 5 de marzo de este año, bajo el título "Escrutando detrás del choque Capriles-Chuo Torrealba y la pugna presidencial en la MUD. Parte VII", * dijimos:
"Por lo que Borges ahora hace, pareciera estar preparado para competir a Capriles la precandidatura de Primero Justicia, el partido en el cual ambos militan. El hecho de haber alcanzado la presidencia de la Asamblea Nacional le coloca por encima de aquél en el aparato del Estado y le proyecta más nacional e internacionalmente".
Luego agregamos, "Ahora mismo, Borges ha estado viajando al exterior y haciendo discursos en los parlamentos de los países que visita, como lo hará en breve en Colombia, pese su condición de veneco, relacionándose con la prensa con la intención de exhibir por allá su imagen y proyectarla hacia adentro".
En ese trabajo, opinamos que el liderazgo de Capriles dentro de su partido no parecía "muy sólido, sobre todo por el bajo nivel intelectual que le caracteriza, la tendencia a contradecirse, decir dislates e incurrir en actos políticos que han venido erosionando el apoyo opositor".
Creímos entonces y sostuvimos que era "muy propicia la oportunidad para que Borges intente ganarse esa candidatura, además cuando el gobernador de Miranda ya lleva demasiadas derrotas encima para hacerle atractivo".
Pocos días después que habíamos escrito aquello, el propio Borges anunció que Capriles sería el candidato de Primero Justicia en las primarias de la MUD para escoger el candidato presidencial.
Confieso que esas declaraciones nos sorprendieron. No sólo parecían desmentir rotundamente lo que nosotros habíamos afirmado sino que a quien suponíamos rival de Capriles, fue el encargado de hacerlo. Pero aun así, todo aquello seguía pareciéndonos desajustado y como si estuviésemos soñando, un sueño donde lo que parecía para uno sensato y pertinente se nos voltease para fastidiarnos la vida.
En el mismo trabajo que estamos citando, dijimos:
"….parece evidente que Capriles pretende seguir siendo candidato, fundamentándose en que su partido ha tenido y al parecer tiene mayor número de votantes en las elecciones hasta ahora habidas y ser él, formalmente, su primera figura, representante o sobreestimarse en demasía."
Luego agregamos, "Pero las cosas no son ahora exactamente iguales como en el pasado, cuando Borges no estaba en condiciones de enfrentarlo ni en el interés de la opinión pública como su rival, y tampoco a lo interno del partido. "
Pero también dijimos esto que ahora parece más importante, "El gobierno mismo, desde un tiempo para acá y sobre todo cuando asumió la presidencia de la Asamblea Nacional, pone mayor interés en Borges, porque le ve mayor fortaleza, nivel intelectual y capacidad competitiva".
E hice la siguiente predicción, "No es descartable que las poderosas fuerzas que apuntalan a Primero Justicia, a lo interno, pudieran también, por lo mismo que hemos hablado, retirarle a Capriles el apoyo que hasta ahora le habían brindado".
Pudo parecernos a nosotros mismos que el prematuro lanzamiento de la precandidatura de Capriles, precisamente por boca de Borges, desmentía la hipótesis que habíamos manejado, nuestras presunciones de diferencias y enfrentamientos en Primero Justicia y despejaba el camino de Capriles hacia la candidatura presidencial.
Pero la reciente decisión de la Contraloría General de República, que inhabilita Capriles para "el ejercicio de funciones públicas por un período de 15 años", fortalece lo que habíamos sostenido. Sólo que pudiera ser que Borges, de manera más habilidosa y contando con apoyo inimaginable para muchos, menos para él, sacara del juego a su rival sin necesidad de confrontarlo. Si es que Capriles acepta la jugada como se le ha venido encima.
La decisión de la Contraloría de ahora mismo, es una "sanción accesoria a la declaratoria de responsabilidad dictada mediante Auto Decisorio de fecha 19 de enero de 2017". Y se aplica por "ilícitos administrativos durante los años 2011, 2012 y primer trimestre del 2013".
Es decir, de manera muy sencilla, que cuando Borges anunció por su propia voz y sin que el Partido Primera Justicia hubiese hecho ningún trámite y menos discusión, anunció como autoritariamente y gesto de desprendimiento que Capriles sería el precandidato ante la MUD, sabía bien de la decisión o sanción que caería sobre Capriles y que, en consecuencia, la Contraloría General de la República lo quitaría de su camino hacia su meta de ser lo que sostuvimos en el trabajo que hemos hecho referencia.
Lo que si no pudimos prever, por falta de información, la manera como Borges desplazaría a Capriles. Tampoco sabemos, si desde tiempo atrás ha estado detrás de ese juego. Pero no descartamos que haya estado. Haber lanzado de antemano y sin trámite alguno la candidatura de Capriles, sabiendo lo que se cocinaba en la Contraloría, porque es infantil pensar que no lo sabía, fortalece nuestras sospechas.
"Váyase tranquilo compadre, que yo le cuido el coroto".