El pueblo bolivariano de Venezuela, lo que busca es que se respete la Constitución y se adopten las estrategias para ir a unas elecciones de gobernadores y alcaldes, ya vencidas, pero, la actitud militarista de una parte del oficialismo y, por otra, la del presidente Nicolás Maduro Moros ha dado al traste con cualquier acceso al diálogo, donde el Vaticano con su emisario oficial solo ha señalado posiciones políticas, porque la curia es un brazo político de las Monarquías imperantes en Europa. Hay un desespero por atomizar el poder hacia el camino militarista y, esto, no fue lo pensado. Ahora, aparecen los represores que, en una arremetida de poder, atacan a la sociedad civil, ya sea chavista o de la oposición. Ellos, (GNB; PNB y Colectivos Armados), atacan de una manera primaria a las personas que vienen marchando.
Existe una clara distorsión de las funciones del Estado, articulado de La Carta Magna e irrespeto al ciudadano.
Más allá de lo político, las manifestaciones se dan ante la ausencia de medicamentos, medicinas y carencia total de seguridad comunitaria. Esto, es desconocer el derecho que tiene el pueblo de ser atendido, como comunidad social y, el atropello de sus derechos fundamentales, de donde todo gobierno es garante.
La revolución es trabajo y conciencia de patria. Ahora, todo cambió hacia un mercantilismo y liberalismo. Personeros de la derecha se prestaron al juego, por allí caminó Julio Borges y fracasó. Ahora buscan un santurrón más. Aquí, la mejor arma es la acción electoral y Tibisay Lucena no puede articular su poder para favorecer la dictadura que se inició con Nicolás, luego de asumir la presidencia, cambio gradualmente todos los planes programados por Hugo Chávez Frías, le dio mucho poder a los militares y al Opus Dei, un brazo del Vaticano, que es compartido con los jesuitas.
La democracia, no es un dormitorio conyugal. Es un espacio definido para el trabajo político que requiere ideología, cada quien debe responsabilizarse para no saltar al vacío, son programas de trabajo.
Pronto, habrá una diversidad de juicios, todos, estarán pegados en la pared, jóvenes sin futuro que se apegaron sin estudiar a un cargo policial. Es una lástima, nos encontramos en un rincón oscuro del Estado, pero, el gemido se sentirá porque estamos provocando a Jehová.
Lo más insólito es que utilizan a gente sencilla que residen en zonas populares que armados ya han ocasionado muertes y heridos. Esto, viene acabándole el brillo al movimiento iniciado por Chávez Frías,
Estamos en el despertar, muchos se equivocaron y desviaron éste ciclo histórico, ya no tenemos miedo, defendemos la bandera de la democracia socialista y libertadora, nos encontramos en rebeldía y la patria nos espera