El golpe asestado por el chavismo a la MUD fue contundente. La dirigencia oposicionista quedó hecha trizas. O sea, loca de perinola. Dentro de ese panorama de desbandada, surge Henrique Capriles con ganas de echarse a ese muero al hombro. Después de haber sacado al Chuo Torrealba del cogollo de esa organización, Capriles cogió fuerza dentro de la derecha que adversa al gobierno. Son tan balurdos los demás que él es ahora quien marca la pauta. No es Ramos Allup. Tampoco es Julio Borges, ni mucho menos Tomás Guanipa o Guevarita. El que nade tiene que perder, ya que está inhabilitado por 15 años, es precisamente Capriles. Así están las cosas en la acera de enfrente. Por eso ayer, después del término de las marchas, él fue el vocero, y giró instrucciones: marcha y concentración para hoy 20, un día después del desastre.
Pienso que Henrique Capriles y sus seguidores más cercanos, se metió en un callejón sin salida. Por eso está resteado a que pase lo que pase. Y es donde es peligroso. No él, pero sí los locos que puedan acompañarlo en una aventura golpista y desestabilizadora. Buscaran hoy, mañana o cuando sea, impresionar al señor Almagro y al Departamento de Estado de Estados Unidos. Es cuando aflora el peligro. Por lo que las fuerzas chavistas tienen que tener los dos ojos abiertos. Un grupo de desquiciados, por poco que sean, son capaces de sembrar el terror dentro de la población, con tal de aparecer ante los ojos de su amo, como el único hombre que las tiene bien puestas. Sabemos, por experiencia, que no tiene nada en la bola, pero su desesperación, su odio y su impotencia puede causar muertes, y, para mí, eso es lo que anda buscando. Que haya muertos, muchos muertos. Para, en primer lugar, justificar el montón de dólares que ha recibido para el fin de acabar con Nicolás Maduro, y con el chavismo. Y, en segundo lugar, limpiar el camino de obstáculos para que entre la invasión.
Pero este candidato, consuetudinario perdedor, no motiva a nadie. Tiene un historial pleno de hechos cobardes, y eso lo aleja de mucha gente pensante dentro del campo oposicionista. Y, para colmo, al frente tiene a un Nicolás Maduro, más duro cada día. Un hombre que ha logrado, gracias a su templanza, ganarse al pueblo chavista. Nadie duda que Maduro es el líder del chavismo y del Polo Patriótico, en estos momentos de crisis. Digan lo que digan, los amargados sobre su persona. Escriban lo que escriban en las redes sociales. Hagan lo que hagan: Nicolás Maduro, ha demostrado tener los pantalones bien puestos, y, además, lo han probado en mil batallas desde que recibió el poder. Es decir, hoy día, es un hombre curtido en la lucha, y un gobernante consolidado dentro y fuera del país. Podrán decir de él lo que les venga en gana, pero es el hombre que los tiene mordiendo el polvo. Y eso dice mucho de un líder y presidente de un país como Venezuela. La única opción que le queda a la MUD es el diálogo. El presidente Maduro, una vez más, los ha llamado a dialogar. Sólo eso los salva de un foso en donde caerán, sin saber cómo van a salir… ¡Unidos Venceremos!