Si no fuese por las tragedias familiares que provocan sus estupidocrácias guarimberas, a DIOS gracias grabadas y filmadas como testigos mudos pero no silenciosos, pruebas del terrorismo, serían para carcajearse las torpezas políticas vividas por incitación de la dirigencia opositora, llamando a derruir Venezuela. Convocatorias de violencia donde hacen como el ladrón del cuento, que roba a alguien y cuando llega la policía grita acusando al asaltado de ser quien lo quería robar, entonces el hampón huye con el botín, aprovechando la confusión
Julio Borges, artífice descarado de conspiraciones, pide a nuestros hombres y mujeres de la FANB, (omiten la palabra bolivariana), combatir grupos que según él serían del gobierno, calificándolos de “para militares colectivos armados”, y tildándolos de asesinos. Borges involucra sucesos que son investigados por organismos constitucionales, crímenes que descaradamente sirven a los carroñeros políticos opositores, igual que en Abril 2002 cuando anunciaron muertes antes de ocurrir. Un atosigamiento comunicacional hecho por tiranos de la mentira, imponiendo la dictadura del engaño por las redes y la prensa, para aterrorizarnos y pedir intervención extranjera.
En la Ciudad Socialista “Alí Primera” en Lara, manifestantes de otra urbanización dispararon a vecinos que retiraban obstáculos puestos por guarimberos terroristas, fue muerto un niño de 14 años habitante del conglomerado construido por la Gran Misión Vivienda Venezuela. Asesinan gente humilde emulando a Doña Florinda, la mamá de Kiko en El Chavo, quien cacheteaba a Don Ramón y le decía a su retoño vago “no te juntes con esa chusma”. Olvidan la Ley, desconocen la igualdad ante la Constitución, y se llaman “demócratas”. No volverán, los conocemos bien.