La desargumentación y el despelote en la inconcebible conducta estrafalariamente infantil e imprecisa de líderes de oposición, es la mejor arma a favor de los argumentos de paz de la revolución, dentro de la lógica, la Constitución y las Leyes. Se trata de defender a la colectividad no comprometida en actos terroristas, donde dirigentes adversarios al gobierno, en su irracionalidad degradante y violenta, andan más perdidos que un niño en una procesión.
Por la desargumentación les sale "el tiro por la culata", creyendo que con violencia arribarían al poder político, con tácticas del "golpe suave" escritas por Gene Sharp, ayudados mundialmente con pedidos de "libertad" en la cobertura noticiosa internacional profusa y confusa, más la cooperación de vidiotizados dentro del país. La caotización tropezó en su propósito, debido a la torpeza destructiva de sus ejecutores, aliados al hamponato callejero y criminal.
La desargumentación muestra algunos diputados opositores tratando de rectificar tímidamente su repugnante arrogancia, el pueblo que apoya la Constituyente como iniciativa de paz legal y oportuna, espera la consulta establecida por el CNE, para decirles y (personalmente no tengo dudas), que el infantilismo y lo primitivo de su terrorismo e ignorancia, serán derrotados con votos mayoritarios socialistas, gracias a quienes con ética y conciencia, están muy por encima de la violencia guarimbera homicida.
