Desde hace 18 años el pueblo chavista no hace más que resistir los embates criminales de la derecha más rancia que existe en el mundo. Desde esa fecha la gloriosa Guardia Nacional Bolivariana y la Policía Bolivariana no hacen otra cosa que resistir. Rondón, ha resistido pacientemente, desde su trinchera, sin salir a pelear. Rondón sabe cuándo le toca salir al ruedo. Le resistencia ha sido de grado superlativo. El Presidente Nicolás Maduro, no ha hecho otra cosa que resistir. Lo han atacado como a ningún presidente en el hemisferio occidental. No han dejado por fuera ningún método de ataque, tanto desde algunos puntos de la geografía venezolana, como desde algunos países, miembros de la OEA. Ha sido un incesante e ininterrumpido aguacero cargado de balas, improperios, mentiras, violencia, destrucción y crímenes. Pero la orden es resistir, resistir y resistir hasta donde se pueda.
En efecto, la canción dice que todo tiene su final. Todo, absolutamente todo, tiene su final. El terrorismo aplicado por un grupo desquiciado está llegando a su fin. Fíjense ustedes que desde que Jorge Rodríguez anunció que sí había visitado a Leopoldo López, conjuntamente con la Canciller Delcy Rodríguez, y que estaban en conversaciones con el preso de Ramo Verde, en la búsqueda de una solución, no sólo a su situación, sino también a la crisis que sufre Venezuela por culpa del odio y la desmedida apetencia de poder; repito, desde esa fecha, el "famoso" huésped de Ramo Verde, guarda silencio. Un silencio que habla por sí solo. Pero que es mortal para el dúo Tintori-Guevara. Es sospechoso ese silencio. O dicho de otra manera: llama la atención que el señor no haya hablado. Dicen que el silencio, algunas veces, habla más que un discurso kilométrico. Por lo pronto el gobierno tiene en sus manos un video que está guardado bajo llave, listo para ser divulgado, cuando sea necesario, en cadena nacional. Demoledor. Mortífero. Por cierto, ¿por qué la señora Tintori o el señor Guevara no han desmentido a Jorge Rodríguez? Por algo será. Allá ellos.