La derecha no se duerme. Ni nacional ni internacionalmente. Está desesperada. Se vale de todos y todas. De hombres y mujeres. Están comprando conciencias por un puñado de dólares. La brincadera de talanquera la puso de moda la Fiscal Luisa Ortega Díaz. A ella se le unió Maripili Hernández, y vendrán otros y otras. Es la gran oportunidad de quitarse la careta, antes de la instalación de la Asamblea Nacional Constituyente. Eso es bueno para el proceso revolucionario. Mientras más camaleones se pongan al descubierto, mucho mejor para la revolución. Demuestran, además, que nunca fueron chavistas, y menos revolucionarios o revolucionarias. Fueron, simplemente, oportunistas. Infiltrados e infiltradas que bebieron y comieron bastante, gracias a Chávez y a Maduro. Y muchos salieron buchones. Muy buchones.
Unas brevísimas palabras, divulgadas por un video, del Director Técnico de la Selección Vinotinto que compite por el Campeonato Mundial Sub-20 en Corea del sur, señor Rafael Dudamel, es la muestra más fehaciente de que muchas personas se aflojan cuando les ofrecen un puñado de dólares. Emisarios de la derecha venezolana viajaron a Corea del Sur para aflojar a Dudamel. Y lo consiguieron. En efecto, es joven DT, nació el 7 de enero de 1973, en el estado Yaracuy. Eso significa que tiene 34 años de edad. De los cuales ha vivido 18 en revolución. ¿Le ha ido mal? Nada que ver. ¿No ha comido ni bebido? Nada que ver. ¿Le ha faltado algo para un vivir mejor? Nada que ver. En el 2012 fue nombrado para dirigir la selección Sub-17, y más tarde, el primero de abril de 2016, fue nombrado Director Técnico de la actual Selección.
Pregunto: ¿A quién dirige Rafael Dudamel? Por casualidad dirigirá a muchachos nacidos en el Country Club? ¿Acaso, dirige a muchachos de la zona del Este de Caracas? ¿O a muchachos cuyos padres tienen yates, aviones, mansiones, y estudian en famosas universidades de Estados Unido y Europa? Carajo, Dudamel, tú mismo eres un joven nacido en el estado Yaracuy. Proveniente de una familia trabajadora, pero de escasos recursos económicos. Tú, Dudamel, tuviste que buscar una mejor vida haciéndote futbolista. Cosa que me parece muy bien. Y los jóvenes que tú diriges, vienen de hogares populares. Jóvenes que han recibido la oportunidad no sólo para estudiar gratuitamente, sino para practicar deportes amparados en las políticas del gobierno nacional. El gobierno revolucionario. Esos muchachos gozan de toda la atención y protección del Estado. Por eso lucen motivados, enérgicos y luchadores. Y ahora tu, Dudamel, por un puñado de dólares te obligan a decir esas palabritas, a pesar de que no eres político, sino hombre de fútbol
¿Dónde carajo, vives tú? ¿Quiénes usan balas en las marchas? ¿Quiénes usan morteros? ¿Quiénes se encapuchan para proteger sus fechorías? ¿Quiénes destruyen bienes públicos y privados? ¿Quiénes derriban árboles en las avenidas? ¿Quiénes queman autobuses, camiones con comida, gandolas de gas, escuelas, liceos y sedes de organismos públicos? ¿Quiénes degüellan a personas? ¿Quiénes queman a personas vivas? ¿Quiénes siembran el terror en ciertas urbanizaciones de Caracas? ¿Quiénes se están matando entre ellos? ¿Quiénes piden la intervención de tu país, para luego entregarlo al imperio estadounidense? Carajo, hermano, te la comiste. Aterriza. Este es tu país. Tu patria. Y tienes tan solo 34 años de edad. Te faltan muchos años de vida. Aprovéchalos. Date cuenta. Y para tu información, habrá más revolución y más revolución por los años por venir.