El espejo

Después del 30/J, ¿Qué?

1 El tiempo transcurre raudo y los dirigentes de la oposición -y aquellos gobiernos y sectores políticos que los apoyan desde el exterior con abundantes recursos económicos para estimular la violencia en el país-, pierden la esperanza de derrocar a Maduro y de que no se realice la elección de los miembros de la Asamblea Nacional Constituyente. La ofensiva subversiva en la calle se debilita, y se puede decir que fracasó. Lo que resta de esta experiencia es el componente violencia, cada día más agresivo, reforzado con la invocación del 350 de la Constitución, pero que al mismo tiempo aísla al movimiento y determina que pierda apoyo en importantes sectores sociales. Esta situación se refleja en las encuestas y la reconocen analistas independientes e, incluso, del campo opositor.

2Todo indica que la elección de la Constituyente será, como está pautado, el próximo 30 de julio. Es conveniente señalar que a medida que se acerca la fecha crece en la colectividad el interés por el evento. Los que no quieran ver lo que ocurre se exponen a una sorpresa. Hay un país -considero mayoritario hoy- que se ha conectado a la convocatoria del presidente Maduro y a la fecha fijada por el CNE que da crecientes demostraciones de querer participar, pese a la campaña adversa: A las amenazas de la oposición de recurrir a acciones violentas el día de la votación.

3La posibilidad de que el próximo 30 de julio se efectúen los comicios para elegir a los integrantes de la Asamblea Nacional Constituyente es una realidad. ¿Qué puede impedirlo? Sólo el factor violencia que hasta ahora persiste, pero con evidentes signos de debilitamiento. Por una parte porque el Estado ha empleado los recursos que dispone para conjurar la emergencia. Ha asestado golpes demoledores a sus promotores y los ha aislado. Por otra, porque el sentimiento democrático del venezolano y su reiterada vocación a sufragar para solventar situaciones de críticas se ha reactivado. El mensaje consistente en la exaltación de la Constituyente como la opción para reformular el diálogo -en un escenario sin las perversiones que hasta ahora lo hicieron imposible-, así como única posibilidad para acceder a la paz, ha calado en la colectividad. Además, contrasta con el mensaje apocalíptico de los voceros de la oposición, los cuales cuestionan una alternativa consagrada en la Constitución Bolivariana.

4Lo cierto es que a estas alturas la oposición no tiene músculo suficiente para impedir que el pueblo venezolano vote el 30 de julio. Podrá hacer esfuerzos para impedirlo, pero fracasará en el intento, como ya ocurrió durante los tres meses de la aventura insurreccional armada que vivió el país. Ha perdido la calle, ha desacreditado su causa al conectarse a grupos terroristas y carece de mensaje y de dirigentes confiables. En tanto que el chavismo se ha conectado al país real, ha aprovechado las circunstancias para reorganizarse y la institución militar -determinante en las actuales circunstancias-, refuerza su lealtad a la Constitución y al gobierno legítimo de Nicolás Maduro.

5¿Qué puede hacer el liderazgo opositor? Lo cierto es que se ha metido en un callejón sin salida. Su irracional rechazo a participar en las elecciones para la Asamblea Nacional Constituyente, inexplicable en un movimiento que se dice mayoría, le cierra la posibilidad de actuar en un escenario privilegiado y, prácticamente, lo condena a quedar excluido. ¿Hacia dónde conducirá sus pasos tan pronto se instale la Constituyente? Pienso que, inevitablemente, radicalizará sus posiciones y optará por transitar la senda de la ilegalidad, como ha pasado con otros movimientos políticos durante diversos episodios de nuestra historia. ¿Cuál será el costo? Impredecible. Pero el error tiene sorprendentes desarrollos: o bien conduce a abismos insondables o determina rectificaciones positivas. Una reflexión final: ¿Quién iba a pensar que un movimiento opositor que venía en ascenso por la vía cívica, derrocharía el éxito alcanzado para retornar al atajo del fracaso? Los designios del 11 de abril son una maldición que no prescribe.
LABERINTO

Puedo entender que una persona discrepe, en un momento dado, de determinada línea política. Que cuestione tal o cual orientación, conducción o definición ante la situación por la que atraviesa el país. Lo entiendo. Pero de allí a colocarse al lado de aquellos que encarnaron posiciones diametralmente opuestas, responsables de infinidad de actos repudiados con justificada vehemencia, hay una distancia de carácter ético insalvable. Es algo inaceptable. Pero, en fin, que cada quien cargue con su responsabilidad…

Frase: Un viejo luchador dijo una vez: “Lo único que se requiere para ser revolucionario es tener bien claro quién es el enemigo”…

El inmenso poder de los EE.UU. revela, a cada instante, su precariedad. La actitud adoptada por el presidente Donald Trump respecto a Cuba, que revierte el proceso de normalización de las relaciones con La Habana, iniciado por Obama, lo confirma. Más pudo el lobby mayamero -cada día más reducido- y la presión de un senador mafioso como Marco Rubio que el amplio apoyo de la opinión publica y de la mayoría del Congreso norteamericano, a la hora de continuar con una política acertada, con amplio respaldo internacional. Definitivamente se trata de un poder secuestrado por las corporaciones, los halcones políticos, el Pentágono y los organismos de inteligencia, que el actual huésped de la Casa Blanca ejecuta con una arrogancia obscena…

La canalla política se ha ensañado en Tarek William Saab. Las redes lo han destrozado, en los corrillos de la derecha se le agrade en forma despiadada, y, por si fuera poco, ahora le montaron una guarimba frente a la casa de su familia, en El Tigre, donde se hallaba su madre. El Defensor del Pueblo responsabiliza de la cobarde acción a un grupo de Primero Justicia. ¿Qué se pretende con tales vilezas? ¿Quebrarlo emocionalmente? No lo conocen. Porque Tarek es un curtido combatiente que nada lo amilana. Se equivocaron cuando lo presionaron para que desertara y se vuelven a equivocar cuando persisten en agredirlo con la intención de que deje el cargo…

Existe un manual de guerra no Convencional que define la planificación y realización de operaciones para el Ejército de los EE.UU. a través de las Fuerzas de Operaciones Especiales (FOE). El basamento del Manual consiste en explotar las vulnerabilidades psicológicas, económicas, militares y políticas de un “país adversario” para desarrollar y sostener las fuerzas de resistencia y cumplir los objetivos estratégicos de los EE.UU. Además, los esfuerzos buscan capacitar a un movimiento de resistencia o insurgencia que exige desarrollar una fuerza clandestina y de guerrillas (urbana o rural), así como proveerla con los medios necesarios. El conflicto incluye -señala el Manual- la realización de operaciones subversivas encaminadas a atacar y degradar la moral del adversario, su cohesión organizacional y efectividad operacional, o bien distanciar al adversario de la población. ¿Qué lectura tiene este material a la luz de lo que sucede en Venezuela? ¿Qué recomendaciones son acogidas y aplicadas en los episodios que últimamente ha vivido el país?…

Los dirigentes de la oposición piensan echar el resto en los próximos días, estimulados por la desesperación y la presión exterior. Objetivo: impedir la realización de los comicios del 30 de julio. Sin embargo, la capacidad de convocatoria de calle se desinfla. Lo demostró la pobre movilización de la “toma de Caracas” del lunes 19. No obstante, hay que estar mosca.

Tomado del diario Últimas Noticias.


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José Vicente Rangel

Periodista, escritor, defensor de los derechos humanos

 jvrangelv@yahoo.es      @EspejoJVHOY

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