La premura, espectacularidad, "tubazo", propaganda necesaria coloca en movimiento las redes sociales y las rotativas mundiales, radio y tv; los titulares cobran fuerza y ahora si tienen insumo, leña para avivar el extinto fuego. ¡Relleno para la mediática mundial!: "Colectivos Chavistas de Nicolás Maduro armados hasta los dientes asaltaban el Palacio Legislativo y propinan una, ¡irracional, innecesaria!, atroz golpiza a diputados opositores..." La saña y violencia de la oposición contra la sociedad venezolana durante los últimos noventa días ya tenia la leña necesaria para avivar la llama, para continuar, en aparente espontaneidad y desorganización, pero muy bien estructurado y cauteloso, camino de sublevación hacia Miraflores, hacia la conmoción social, la anarquía e ingobernabilidad. Los medios mundiales y dirigentes opositores tenían el insumo necesario para internacionalmente solicitar acciones y sanciones definitivas, definitorias, contra Venezuela, su gobierno e institucionalidad.
El ataque, de los colectivos chavistas, contra diputados opositores en la AN, para la mediática propagandística, "indica el desespero gubernamental, signo y síntoma inequívoco del desgobierno en Venezuela". Para la oposición venezolana, desde su llegada al poder en la AN, es lo mejor y más significativo que está ocurriendo, esta situación oculta por completo la derrota de los últimos seis meses al mando de Julio Borges. Tras año y medio del retorno opositor al control y poder político en la AN y seis meses de la presidencia de Julio Borges, innumerables son las promesas y ejecuciones incumplidas, los desvaríos, los fracasos, las frustraciones opositoras. ¡Porque Nicolás Maduro sigue siendo y ejerciendo como Presidente!
Ahora, después del fracaso "en los 90 días finales de Nicolás Maduro", la oposición, para variar, llama a un plebiscito, no consagrado en la Constitución Bolivariana, no vinculante, ¡solo simbólico!, mediante el cual pretenden consultar a la población sobre; (i) la permanencia de Nicolás en el poder, (ii) el desconocimiento de la FANB como institucionalidad militar garante de la soberanía, seguridad interna y la paz, (iii) elegir un llamado gobierno de unidad nacional. ¡Caramba, Julio, es sus derrotas y desvaríos, ya no encuentra qué inventar!, realizada la llamada consulta, desde luego que a todas luces la noticia será su aprobación popular y el desconocimiento gubernamental del resultado, la inaplicabilidad, ¿a quien se le ocurre? ¿Cómo diablos Julio va implementar el desconocimiento de la FANB? ¡Por lo menos requiere de un ejército invasor! ¡La cagada!, como en Libia o Siria, aquí no se atreven a crear con el dedo imperial un CNT, Comando Nacional de Transición; personas amparadas por fuerzas interventoras que desde el exterior dirigen un gobierno paralelo. El desconocimiento institucional de esta mamarrachada, teatro bufo, tiene como finalidad la consiguiente acusación contra el gobierno y la institucionalidad con pronunciamiento internacional. El tan deseado y buscado tutelaje y el enfrentamiento entre la población. Por otro lado, la excusa del yo no fue, para salvar responsabilidades del fracaso opositor en su toma del poder.
En los últimos seis meses han aumentado nuestras angustias, sufrimientos, zozobras, desesperanzas mientras Julio Borges, en nombre el pueblo y la AN, viaja alrededor del mundo en busca de sanciones e intervención contra Venezuela. Sus millas viajeras acumuladas ya resultan suficientes para vivir cómoda y placenteramente viajando por el resto de su vida. Al final las derrotas las achacan al pueblo opositor por no sumarse a la violencia callejera contra el Estado, a los "colectivos armados", que cansados, hastiados, de la impunidad de tanta piña y joda opositora, del aparente derrocamiento, impotencia, acorralamiento o incapacidad gubernamental ante la adversidad, actúan en busca de justicia concretando el macabro y bien estructurado plan opositor.
Desnudo, hasta los tuétanos, como nunca antes en 18 años, Julio Borges, en sus sangrientas, terroríficas, fascistas acciones contra la nación venezolana, sabe de su derrota y la pérdida incuestionable del liderazgo opositor. Conoce muy a fondo de la derrota, en el último año y medio, que Nicolás Maduro, les ha propinado a la oposición, su dirigencia, instituciones y gobiernos extranjeros que los apoyan, los conminan, los financian. Tras el fracaso de los definitorios 90 días contra Nicolás Maduro, ahora, en boca y figura de Julio Borges, la protesta se transforma en una "consulta plebiscitaria inconstitucional, simbólica" que les dé fuerza, razón, leña y condimento para seguir atentado contra la vida republicana. Él, Julio Borges, presidente de la AN y dirigente "responsable" al frente de la oposición y el plan insurreccional, conoce, sabe, que el gobierno, la institucionalidad nacional lo tiene en la parrilla, con salsa y todo. ¡Lo esperan en la bajaita que prenda la candela! Él está buscando, como en cada aventura anterior, una excusa para salir corriendo, bien por la derrota o para jugar posición adelanta contra sus adversarios opositores y ser nombrado jefe, presidente, procónsul, amo y señor del territorio devastado. Del gobierno de transición y unidad democrática en el exterior, ¡no les lleva nada!