Un sector de la iglesia católica representados con la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV); ya nos tienen acostumbrados por sus reiteradas intromisiones en el acontecer diario de la política venezolana; colocándose en el mismo sitial de los opinadores de oficio de la ultra derecha venezolana Cuando se les responde acuden a los subterfugios de que están atacando a la iglesia; cuando en realidad se les responde a tal o cual personaje. No solo eso algunos miembros de esa claque se han dado el tupe de bendecir frente a las cámaras a guarimberos terroristas que luego se dedicaran a la tala de árboles, obstrucción de vías, quema de seres vivos, destrucción de bienes públicos y privados, etc. El 16 de julio durante el llamado por la oposición del plebiscito vimos que casas curales e iglesias eran utilizadas como centros de votación. En el ataque al cuartel Paramacay de Valencia; los paramilitares horas antes de la toma de esta entidad militar se presume que pernoctaron en el salón del complejo Don Bosco de la Diócesis del estado Carabobo; allí gravaron un video que luego hicieron público y localizaron unos panfletos que distribuyeron en el cuartel. En Barquisimeto sucedió algo insólito un cura saco de la iglesia a una feligrés porque era chavista (sic) y señalo: “no quiero chavistas en misa ni siquiera que comulguen” . No sabemos como sucede todo esto en el seno de la iglesia católica; si ellos tienen sus propios reglamentos internos que norman su proceder como es el Derecho Canónico
Ya la CEV funciona en la práctica como partido político, con todas sus anchas. En las tradicionales homilías domingueras se convierten en un vocero cualquiera de la derecha; es más utilizan esta tribuna para tergiversar la verdad y congraciarse con la alta burguesía y el imperialismo. Hay que poner a un lado al cura de parroquia que lleva su devoción en el alma y cumple con los mandamientos tal como lo señala la iglesia católica. Sin ir muy lejos tenemos al sacerdote Numa Molina que lleva a la practica la Doctrina Social de la Iglesia. Pero también existieron los curas que vistieron la sotana de verde olivo como los sacerdotes Camilo Torres y Domingo Lain en Colombia. U otros que encontraron el pulpito para llegar al pueblo como los monseñores Oscar Romero en el Salvador y Helder Camara del Brasil.
Por ahí leímos las declaraciones del obispo de San Cristobal Mario Moronta; para quien el presidente Chavez siempre lo mantuvo dentro de un sitial de respeto y consideración. Bueno este cura para sorpresa de algunos soltó las amarras y salto a la arena política en una entrevista señala…” Primero que nada nadie se cree el cuento de que fueron ocho millones. Ni ellos mismos. Yo pude ver cómo muchos centros electorales donde solía haber gran afluencia no llegaban a tener ni el 5% de los electores. El CNE engañó a todo el mundo con esa cifra. Quienes votaron no llegan ni al 15% del padrón electoral”…Este señor no vio las colas, no se percato del entusiasmo de los votantes, que evadiendo peligros, amenazas, cambio de los sitios de votación. La acción que conmovió al pueblo venezolano y que tuvo como escenario al estado Táchira donde la comunidad de Palo Gordo, luego de exponerse a las bravías aguas del rio Torbes, fueron a votar y qué decir del poliedro, donde se hicieron larguísimas colas. No se percato que muchos fueron a votar porque estaban hasta la coronilla por las trancas, quema de personas vivas, secuestros en sus urbanizaciones y hasta las amenazas de Donald Trump también ayudaron para que el pueblo fuera a votar en masa. Mas delante de la entrevista solo ve victimas al lado de la oposición; para él los guarimberos con unos querubines que no le metieron candela a nadie, ni a nada; que no le dispararon a ningún cristiano. Los único malos de la partida era la Guardia Nacional Bolivariana que salían a impone el orden.. En otra parte de la entrevista no oculta sus intensiones de que las FFAA se rebelen; no lo dice tácitamente pero para buen entendedor pocas palabras bastan
