Al occidente venezolano hay influencia de dialecto debido a la presencia abundante de ciudadanos que huyen de la nación vecina, país que por culpa de gobiernos derechistas no parece hoy tan “hermano”. En aquellas tierras fronterizas llaman “busaca” a quien actúa tonta o pendejamente, en actitud disimulócrata. Se trata de “bolsas” que lucen su arrogancia clasista en la política siglo XXI fungiendo de “guarimbobos” metidos a terroristas. Han causado centenar y medio de víctimas fatales por acciones homicidas en toda la nación, desde el 31 de Marzo 2017, afectando apenas poco menos del 7 % de las parroquias venezolanas.
Repiten el cuento del “fraude”, colgados de la brocha al quitarles la escalera del supuesto apoyo multimillonario opositor. En su ruta electoral (inscripción de candidaturas), los aspirantes dirigentes del manifiesto odio, se niegan a condenar el terrorismo pese al inmenso tablazo que recibieron el 30 de Julio 2017. Apoyar violencia de calle, hiperinflación, aplaudir bajas de precio petrolero, mentir por circunstancias de muertos y heridos, publicitar represión “dictatorial” que no vieron observadores y periodistas extranjeros, no pueden ser borradas con deformaciones noticiosas acerca de Venezuela, enviadas por corporaciones mediáticas mundiales.
La Fiscalía General en funciones de justicia, dirigida por quien no tiene intereses ni cuentas- dólares en el exterior, aclara el panorama a los “busacas”. El Fiscal Tarek William Saab, designado por la ANC dijo “el organismo dirigido por Luisa Ortega Díaz se involucró en presuntos ilícitos de chantaje, amenazas y coacción, acumuló casos de quienes murieron por crímenes de odio, y surgieron hordas para destruir, matar, herir, quemar vivos o a golpes, patadas y puñaladas seres humanos por presumirlos afectos al gobierno. Aseguró el Fiscal SAAB que su despacho velará para que no ocurran nuevos delitos de odio. “Una persona nunca más será asediada, perseguida, acosada o vituperada dentro y fuera del país, sin que el o los atacantes tengan que responder ante la ley.