La pesadilla Ocariz

La extrema derecha ha elegido a su candidato para Miranda. Nada de sorpresas, ganó el repujado delfín de Capriles y la derecha amarilla, el inefable Carlos Ocariz. Las elecciones primarias ratificaron que la oposición toma decisiones (y vota) impulsada por sus emociones, por el odio, más que por el poder de la razón.

Este nefasto personaje, el "mejor" cuadro de la derecha amarilla, ha sido el peor alcalde en toda la historia del municipio Sucre. No tiene parangón. Gana todas las coronas y premios posibles en dejadez, desidia, abandono y pauperización de la calidad de vida de los agobiados habitantes de esta populosa zona capitalina.

Recordemos que las competencias de los alcaldes están claramente contempladas en el Capítulo IV de la Constitución Bolivariana (Del Poder Público Municipal). No son opcionales ni electivas, que dependen del antojo o gusto del burgomaestre de turno. Están todos los alcaldes obligados a cumplirlas en beneficio de sus habitantes. Así, el artículo 178 señala expresamente su responsabilidad sobre "la vida local, en especial la ordenación y promoción del desarrollo económico y social, la dotación y prestación de los servicios públicos domiciliarios, la aplicación de la política referente a la materia inquilinaria con criterios de equidad, justicia y contenido de interés social, de conformidad con la delegación prevista en la ley que rige la materia, la promoción de la participación, y el mejoramiento, en general, de las condiciones de vida de la comunidad". Para ello se encarga de la "Ordenación territorial y urbanística; patrimonio histórico; vivienda de interés social; turismo local; parques y jardines, plazas, balnearios y otros sitios de recreación; arquitectura civil, nomenclatura y ornato público; vialidad urbana; circulación y ordenación del tránsito de vehículos y personas en las vías municipales; servicios de transporte público urbano de pasajeros y pasajeras; protección del ambiente y cooperación con el saneamiento ambiental; aseo urbano y domiciliario, comprendidos los servicios de limpieza, de recolección y tratamiento de residuos y protección civil; salubridad y atención primaria en salud, servicios de protección a la primera y segunda infancia, a la adolescencia y a la tercera edad; servicio de agua potable, electricidad y gas doméstico; alcantarillado, canalización y disposición de aguas servidas; cementerios y servicios funerarios", entre muchas otras.

A los abandonados y desamparados habitantes del municipio Sucre debe sorprenderlos la abundancia de responsabilidades que olímpicamente, el mejor alcalde del universo, ha evadido por años. Esto a pesar de que es una de las alcaldías que mayor cantidad de ingresos recibe en todo el país, tanto del situado constitucional y otras transferencias o subvenciones nacionales como de sus ingresos propios, procedentes de los "ejidos y bienes; las tasas por el uso de sus bienes o servicios; las tasas administrativas por licencias o autorizaciones; los impuestos sobre actividades económicas de industria, comercio, servicios; los impuestos sobre inmuebles urbanos, vehículos, espectáculos públicos, juegos y apuestas lícitas, propaganda y publicidad comercial" (artículo 179).

A pesar de la abundancia de recursos el abandono es total. El reporte de sus "logros" incluye la pauperización total de la policía municipal, ni efectivos, ni patrullas ni cámaras (la entidad está a la cabeza en robos y asesinatos); la deficiencia evidente en la recolección del aseo urbano (Petare es el mayor chiquero del país); la inoperatividad del servicio prestado por el Instituto Municipal de Aguas (IMAS), incapaz de atender siquiera las fugas de agua en las comunidades; vías principales e internas totalmente destruidas, llenas de huecos y sin alumbrado. Se señala que el mayor logro de la maltrecha gestión del alcalde guarimbero y conspirador Ocariz, solo ha sido el florecimiento de los "moles" urbanísticos; según se comenta en distintas denuncias e investigaciones, con jugosos beneficios para él, los concejales del anillo íntimo y demás pajaritos amarillos de la alcaldía. Son unos terrófagos urbanos.

Este personaje es un maestro de la excusa, el subterfugio y el Yonofui. Todo es culpa de otro. Es un gran actor. Ni siquiera tiene cercanía o empatía con la gente o sus problemas. En la mayoría de las comunidades de Sucre jamás se le ha visto. Qué podrán esperar las comunidades de Cartanal, El Nacional o Marizapa. Nada de nada.

Con un pañuelo en la nariz recordamos que su "mejor" y más audaz acción de gobierno fue la instalación de las famosas vallas publicitarias de "una obra cada ocho horas", donde intentaba timar con ese pote de humo a los habitantes petareños. Mayor chapucería. Un Fake News, donde las vallas eran más costosas que las supuestas obras ejecutadas.

Como un monumento a su incapacidad y negligencia, se presentan la Redoma de Petare y el Unicentro El Marqués, como el summum de la anarquía y el caos (colapso vial, suciedad, delincuencia, etc.). Eso sí, para las hordas guarimberas y terroristas, manos de seda; el alcalde dejó que los guarimberos destruyeran infinidad de espacios públicos, árboles y parques en su locura violenta (para esto sí los cuidaba celosamente la policía municipal).

No sabemos cómo irá Ocariz a pedir el voto de la gente. De seguro armado con su careta de descaro, desfachatez y desvergüenza. Tampoco queremos imaginar que este personaje pretenda "exportar" las "maravillas" hechas en Petare para el resto del estado Miranda. El desastre es total, marcado por la total ingobernabilidad y el caos. Que tragedia que el peor alcalde del universo ahora quiera ser míster gobernador. Esto será la pesadilla mirandina. Los ciudadanos deben estar alerta. Cuando Ocariz diga que quiere estar "Aquí contigo", digan zape gato y pongan a buen resguardo la cartera. Ojalá los mirandinos no permitan esta tragedia.



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Richard Canán

Sociólogo.

 @richardcanan

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